La banda catalana La Sra. Tomasa apareció hace seis años como una bocanada de aire fresco en el panorama musical español. Con un estilo difícil de catalogar en el que se hace una mezcolanza de varios géneros, el grupo trata de reiventarse con cada trabajo que sale a la luz.

El próximo 21 de febrero estrenan su nuevo trabajo Alegre pero peligroso. Además, también comienzan gira. Para hablarnos de su nuevo álbum, los conciertos y otros temas, La Sra. Tomasa, responde a las preguntas de ElPlural.com

Pregunta - Cuando uno os escucha por primera vez es testigo directo de una mezcolanza de diversos estilos. ¿Cómo definís vosotros mismos vuestra música?

Respuesta - Hoy mismo hablábamos de ello. La definimos como Música “Tomasera”. En general, si hacemos un recorrido por la música que hemos editado y que está accesible al público podemos ver que realmente la constante es la misma, lo que las variables que entran en juego son las que cambian la ecuación. Partiendo de una definición primaria en la que aunamos dos realidades antagónicas como son la música de raíz latinoamericana y la electrónica, el cómo es lo que vamos variando. Nos encanta el juego de la prospectiva y fijarnos en la música electrónica que se hace ahora como plantilla experimental para empezar nuestros ensayos de laboratorio. En este disco hemos dejado de lado un poco la caña frenética por la contundencia y decidimos cuidar el sonido bastante más que en trabajos anteriores. Se notan los años y la carretera. Somos un grupo experimental que buscamos más el carácter rompedor que el hecho de reproducir fórmulas... y como no, intentamos hacer un poco lo que nos da la gana.

P - ¿Con qué estilo musical, si es que hay alguno que no hayáis fusionado, os gustaría hacerlo?

R - Con cualquiera que nos llegue a picar la curiosidad. Si se parte del respeto y la humildad, lo interesante no es tanto el qué fusionas, si no el cómo se hace. Cualquier estilo tiene su raíz, y en general, por distintos que parezcamos siempre existen aspectos que nos aúnan. Si hiciéramos un viaje al pasado, veríamos que la raíz folclórica de cualquier lugar a pesar de su complejidad y su trayecto, sus orígenes quedan más aislados. Solemos estar al servicio de nuestra curiosidad. Igualmente, adecuando el tipo de respuesta que esperáis a la pregunta que nos hacéis, una sardana electrónica estaría muy divertida.

P - ¿Qué artistas os han influenciado más?

R - Parece tontería, pero nos influencian artistas que provienen de tinteros muy distintos. Siempre resumimos este tipo de cuestiones direccionándonos al concepto “rompedor”. Nos fijamos muchísimo en productores que han cambiado en mainstream como Diplo, o jóvenes promesas que nos dejan “en palanca” como el proyecto Tennyson (muy recomendable. Un chico y una chica, hermanos canadienses que desde su casa y con un PC producen y hacen una música espectacular) o como en el Chucho Valdés que fundaba Irakere en Cuba a durante los setenta, vestidos de lentejuelas y poniendo en jaque toda su tradición fusionándola con funk y jazz. Bebemos de esas almas, de ese sentimiento y esa búsqueda. Es muy difícil ponerles nombre propio a nuestras influencias, ya que no existen referentes o bandas que directamente hagan lo que nosotros hacemos... Pero una buena foto es la de Oscar de León y Tego Calderón colaborando y exprimiendo todo el arte que llevan dentro.

P - Debido a que mamáis de estilos tan diversos, con influencias de ritmos latinos o africanos, ¿cuál es vuestra opinión del término “apropiación cultural”?

R - Nos preguntan mucho sobre esto. Creemos que el problema reside en dos aspectos, que casualmente residen en el mismo sujeto: En aquellos que conciben la cultura en términos de propiedad, y que a su vez se apropian de ella. Innegablemente, las cosas nacen, o se conciben como punto de partida en algún lugar determinado. Pero de la misma manera, es innegable que estos puntos de partida fueron previamente influenciados por otros. La cultura se mueve, evoluciona y cambia... no es de nadie y es de todos. Tras esta introducción, ahora viene la parte importante. Y es que hay que tomarla con responsabilidad, con estudio, con humildad y modestia... porque es verdad que no es ninguna broma.  Hay tocarla con mimo y cuidado. Un ejemplo no lo ilustraba Jorge Drexler (no inventor de la Décima) sobre la décima espinela. En una conferencia nos cuenta cómo nace en España en el siglo XVI y de cómo esta viaja a Latinoamérica. La cosa es que, poco tiempo después, este tipo de estrofa desaparece en España mientras que a lo largo y ancho de Latinoamérica se mantiene y práctica, de una manera particular y se traslada a la música de una manera singular según del país en cuestión. Con lo que de aquí se saca una conclusión preciosa: La cultura no “es” si no reside en aquellos lugares y personas que la cuidan, la mantienen viva y la transmiten... y con ello crean esa cosa que llamamos tradición. Volviendo un poco a la tierra... Intentamos hacer las cosas desde el respeto y la humildad, rindiendo homenaje a cada molécula de agua de la que bebemos.... Porque no vinimos a este mundo a reinventar la rueda.

P - El próximo 21 de febrero sale vuestro nuevo disco 'Alegre pero peligroso', ¿que habéis querido mostrar con este trabajo?

R - Queremos mostrar que estamos en un momentazo musical, de proyecto, de equipo; estamos muy satisfechos y nos rodeamos de gente que pensamos que son lo de mejor. Hablamos de proyectos como Big Menú, 23 Collective, Compota de Manana... Creativamente cada vez estamos más cerca de esa libertad de expresión y esa mezcolanza que nos encanta. Después del éxito de las Live Sessions con cinco Sold Out , y trabajando a la par con este disco....¡Sólo queremos mostrar la felicidad que nos da este momento después de todo el trabajo que hemos echado!

La Sra. Tomasa

P - Contáis con colaboraciones con artistas como Stoneboy o Bejo. ¿Cómo ha sido trabajar con ellos?

R -  Muy facil. O sea, Si nos lo explican previamente no lo creemos. Stonebwoy y Coely fueron linkeados por nuestra agencia Guspira, y el caso de Bejo fue la proximidad de los integrantes canarios de la banda. La cuestión, es que tuvimos la suerte de tener lo mejor de cada casa y es difícil de describir lo fácil que fue todo. Una vez que cada uno de ellos escucho el track, fue cosa de días recibir la acapella de vuelta. Les encantaron las canciones y tenemos mucha ganas de volver a vernos, y en el caso de Stonebwoy y Coely, conocernos. Podemos presumir que esta respuesta no es la típica “tirada de rollo”.

P - También empezáis gira. ¿Qué puede encontrarse el público en un concierto de La Sra. Tomasa?

R - Alegría y peligrosidad. Mucha energía y calma. Estamos haciendo el directo y estamos gozando. Va a sorprender muchísimo. Para la gente que no lo ha visto será algo nuevo. Pero para las personas que ya lo hayan visto aún más. Estamos creando un espacio para que la gente lo pase en grande y dejándonos toda nuestra musicalidad. Así que, sin más miramiento, ¡ven a verlo!

P - Vuestra música evoca a términos como multiculturalidad o libertad. Sin embargo, en Europa y en España concretamente, vivimos un momento en el que los mensajes xenófobos y nacionalistas están encontrando respaldo social y consiguen colarse en las instituciones públicas. ¿Cómo concebís el mundo actual que os rodea? ¿Creéis que la libertad de expresión está amenazada?

R - Es un momento muy difícil, por supuesto. La realidad de nuestro país y su altura política deja mucho que desear. Es impresionante y difícil de aceptar que existan propuestas políticas que promuevan ideologías xenófobas y que encima tengan un respaldo por el conjunto de la sociedad. Nosotros somos una banda que precisamente atendemos a ese espacio temporal en el que la gente trata de desconectar del resto del día. No obstante, a pesar de ser un grupo somos individuos que intentamos tener nuestro sentido crítico vivo. Y sí, hay realidades que son inaceptables. Quien es crudo de lengua acaba pagando un precio, que aparte de ser una locura en sí misma, se multiplica exponencialmente cuando se compara con otro tipo de realidades. Vivimos en una nación que de manual ya estuvo mal construida y que no se acepta a sí misma. Pero, es la fotografía que es y tenemos la responsabilidad de cambiarla, desgraciadamente a los ritmos que propone la historia... o no.