Barcelona volverá a vestirse de gala. La Academia de Cine ha anunciado que la ciudad condal acogerá la 40ª edición de los Premios Goya en 2026, marcando así el regreso del evento cinematográfico más importante de España a Cataluña tras 26 años de ausencia. La elección no es casual: coincide con un boom del cine catalán en festivales internacionales y refuerza la apuesta de la ciudad por liderar la cultura audiovisual del país.

Una cita histórica en el Parc del Fórum

La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, presidida por Fernando Méndez-Leite, ha elegido a la capital catalana como sede de la gran gala del próximo año, sucediendo así a Granada, que fue anfitriona en febrero de 2025. El evento tendrá lugar a comienzos de año, gracias a un acuerdo conjunto entre el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya.

Se trata de una decisión con carga simbólica: Barcelona fue, después de Madrid, la primera ciudad en acoger una gala de los Goya, y ahora, 26 años después, volverá a ser el centro de atención del cine español.

El cine catalán vive su mejor momento

El regreso de los Goya a Barcelona no se produce en un vacío. Coincide con el momento más brillante para el cine catalán en décadas, tanto en calidad como en reconocimiento internacional.

Desde el Oso de Oro en la Berlinale 2022 para Alcarràs, de Carla Simón —quien este año ha regresado a Cannes con Romería, cierre de su trilogía familiar—, hasta la victoria de El 47, de Marcel Barrena, en los Goya 2025 como Mejor Película, el cine producido en Cataluña ha ganado peso específico dentro del panorama nacional e internacional.

La película Casa en flames, de Dani de la Orden, también compitió en esa edición, y aunque no se llevó el Goya, fue reconocida como Mejor Comedia del Año en los Premios Feroz de la Crítica. En la categoría de drama, otra catalana, Salve María, de Mar Coll, fue la ganadora. Además, Sorda, de Eva Libertad, arrasó en el Festival de Málaga con la Biznaga de Oro, junto a Los tortuga, de Belén Funes.

Este ascenso meteórico del cine catalán tiene raíces firmes: la consolidación de escuelas de formación como la ESCAC (Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña), de donde salió Juan Antonio Bayona, ganador del Goya por La sociedad de la nieve, y un impulso económico decisivo por parte de la Generalitat, que ha destinado en los últimos años mayores presupuestos a las producciones locales, permitiendo películas de más envergadura y ambición creativa.

Un recuerdo de cine: la última gala en Barcelona

La última vez que los Goya se celebraron en Barcelona fue en el año 2000. Aquel evento, presentado por Antonia San Juan (nominada esa misma noche como actriz revelación), tuvo lugar en L’Auditori bajo la dirección de Rosa Vergés.

Esa edición fue especialmente memorable. Pedro Almodóvar arrasó con Todo sobre mi madre, que se llevó los principales premios. El cineasta manchego incluso entonó un cumpleaños feliz al entonces príncipe Felipe. Aquel año también brillaron Goya en Burdeos, de Carlos Saura, con una estatuilla para Paco Rabal como Mejor Actor, y Solas, de Benito Zambrano, que triunfó en categorías como Mejor Guion y actuación para María Galiana y Ana Fernández.

Barcelona se prepara para una gran noche

La gala de 2026 no solo marcará el 40º aniversario de los Goya, sino también el regreso de Barcelona a lo más alto del panorama cultural y cinematográfico español. La ciudad se encuentra ya en fase de planificación para un evento que no solo premiará al mejor cine, sino que servirá también de escaparate del talento catalán y del potencial de Barcelona como capital audiovisual.

Con su historia, su presente vibrante y su apuesta por el futuro, Barcelona está lista para volver a ser el epicentro del cine español.

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