Según WWF: La caza furtiva destinada al comercio ilegal internacional amenaza la supervivencia de elefantes, rinocerontes y tigres

  • El mercado ilegal de especies es el tercer crimen organizado a escala global en volumen de negocio, después del de las drogas y las armas

  • El Tráfico de especies es la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo, después de la destrucción de hábitat

  • Decenas de miles de elefantes en zonas de alta protección son asesinados cada año por su marfil




Recientemente, en la primera quincena de diciembre pasado se celebró en París, Organizado por la lucha central contra daños al medio ambiente y la salud pública (OCLAESP) y el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW), un seminario con cuarenta participantes -funcionarios de aduanas, jueces, investigadores, agentes de la Caza y la Fauna Silvestre Nacional (ONCFS) y el Museo Nacional de Historia Natural- para elaborar un inventario de los diferentes tráficos relacionados con la vida silvestre y las acciones necesarias y efectivas para luchar contra ese tráfico ilegal.  Entre las informaciones que salieron de esa reunión, de las que dio cuenta el periódico Le Monde destacan:

€ 14,5 mil millones. Es el costo de la delincuencia cada año para la vida silvestre y este tráfico, que incluye la caza furtiva, captura, recolección o el comercio de especies atrae a los criminales debido al bajo riesgo, alta rentabilidad y escaso castigo. Ocho países se señalan como los principales engranajes: Kenia, Uganda y Tanzania, Filipinas, Malasia, Tailandia, Vietnam y China. Más allá de los cazadores furtivos locales, el crimen está en manos de  las milicias rebeldes y miembros de la delincuencia organizada.

800 especies. Es el número de especies incluidas en el Apéndice I de  la CITES, firmado en 1973 y ratificado por 175 países. En este apéndice se prohíbe el comercio de animales considerados en peligro inmediato de extinción, al igual que algunas poblaciones de elefantes, tigres, gorilas, tortugas marinas, y un número de gatos grandes, loros y guacamayos. En el Apéndice II, se definen las especies que deben recibir protección, y por lo tanto están sujetas a un comercio restringido y controlado, sobre todo a través de los permisos de exportación de animales y productos derivados.

La organización de tráfico: en un programa conjunto de WWF y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) el tráfico para transacciones comerciales ilícitas, al año, en 500 millones de peces tropicales, 15 millones de pieles, 5 millones de aves, dos millones de reptiles, 30.000 primates. Sólo quedan 3.200 tigres en estado salvaje. 2000 es el número de cuernos de rinoceronte vendidos el pasado año y un elefante muere cada 15 minutos en el mundo por su marfil, pese a que la moratoria sobre el comercio de este producto fue adoptada en 1989.

El kilo de cuerno de rinoceronte se cotiza a 51.000 euros



El precio de estos productos en el mercado negro es una dificultad añadida para luchar contra el comercio ilegal: El kilo de cuerno de rinoceronte se paga a 51.000 €, más que el del oro (€ 37.900) o platino (43.200). El kilo de marfil, se vende alrededor de 1.500 euros.

139 delincuentes.  Es el número de personas buscadas por la Interpol por los daños ambientales. El 6 de octubre, la organización policial mundial lanzó la Infra-Terra operación  para localizar a 139 fugitivos buscados por los 36 países miembros, por delitos que incluyen, entre otros, la pesca ilegal, el tráfico de vida silvestre, el comercio y derrame de residuos ilegal, la tala ilegal y el comercio ilegal de marfil.