La miel es uno de los productos conocidos popularmente por sus múltiples propiedades, tanto para endulzar diferentes recetas, como infusiones u otras bebidas, pero también para otras cuestiones culinarias por sus importantes beneficios para la salud.

La miel es un producto natural que se obtiene a partir de las abejas; sin embargo existen una gran variedad de mieles de abejas disponibles en el mercado que han sido procesadas y sometidas a muchas modificaciones. Además de no tener las propiedades de la miel natural, contienen sustancias químicas que hacen bajar su precio. Es por esta razón por la que hay que fijarse con detenimiento en el etiquetado a la hora de comprarla, pero para el caso de haberla adquirido en alguna granja y no tener claro el etiquetado, hay algunos trucos fáciles de hacer para detectar si se trata de miel pura o, por el contrario, adulterada.

Se denomina miel pura al producto que fabrican las abejas, sin ningún tipo de añadido ni procesado. Esta es la que se recolecta tal cual de la colmena y luego es envasada para su distribución. Si la miel se somete a un proceso de pasteurización a 63 grados se pasaría a llamar miel pasteurizada y no podría utilizarse para usos terapéuticos. Si en el etiquetado se ven expresiones como ‘jarabe de alta fructusa’ o ‘glucosa comercial’ hay que tener en cuenta que se le han añadido aditivos para que el producto no se solidifique y, a mayores, se le pueden incluir agua, edulcorantes artificiales o azúcar.

Panal de abejas haciendo miel
 
30 gramos de miel pura contiene aproximadamente 20 tipos de vitaminas, 18 tipos de aminoácidos, 16 minerales y una gran proporción de antioxidantes y fitonutrientes. Entre las propiedades de la miel se encuentran la antibacteriana, antiviral y antifúngica de primer orden, por eso es importante asegurarse de que estamos consumiendo miel pura. Para ello existen varios trucos caseros que se detallan a continuación:
 

1. Leer el etiquetado para ver los ingredientes

Lo primero que se debe realizar a la hora de comprar un frasco de miel en un comercio es leer su etiqueta y corroborar que en la lista de ingredientes no se encuentre el ‘jarabe de alta fructosa’ o la glucosa comercial. Estos dos aditivos sirven para estirar la miel e impedir que esta se solidifique. También hay que observar si se incluyen otros ingredientes, tales como agua o azúcar u otros aditivos.

2. Con agua

Para este método necesitamos un plato o un recipiente en el que colocaremos una cucharada del miel, que extenderemos de forma somera por la base. A continuación, verteremos un poco de agua sobre ella y moveremos recipiente escogido de forma circular. Si la miel es pura, como por arte de magia, aparecerán el dibujo de celdas, como si de una colmena se tratara, en ella, mientra que si no es así, no ocurrirá nada.

Aquí podemos ver como lo realizan en el canal de Youtube 'tuerin fidel':

3. Con el pulgar

Otra forma de corroborar si se trata de miel pura o no es colocando un poco de miel en el pulgar y comprobando si se mantiene en su lugar o si se corre tal como un líquido menos espeso. Si se corre significará que la miel no es pura, ya que la miel verdadera, al ser espesa y viscosa, no se deslizará.

4. Con fuego

Aunque hay que tomar precauciones con esta forma de comprobar si se trata de miel pura o no, es un buen método. La miel pura es inflamable, por lo que cubriendo un poco de algodón con miel y poniéndolo en contacto con el fuego de un encendedor será la forma de comprobarlo. Si se enciende quiere decir que se trata de miel pura y no adulterada.

5. Con vinagre

Mezclando una cucharada de miel con un poco de agua y unas dos o tres gotas de vinagre será una opción para comprobar la calidad de la miel. Si al realizar la mezcla se crea algún tipo de espuma se tratará de miel adulterada, si esto no se produce será pura.

Cómo saber si la miel es pura
 

6. Con calor

Al calentar la miel pura se caramelizará de forma inmediata, pero si está adulterada entrará en ebullición y se evaporará.

Otras características físicas de la miel pura es su textura, que tiene que ser suave pero consistente, su olor dulce o también debe producir una sensación de cosquilleo en la garganta cuando es consumida. Finalmente, es importante apoyar la labor de los apicultores locales que producen miel pura de buena calidad y contribuir al sustento de su trabajo y esfuerzo por la producción y la no alteración de este producto con grandes beneficios para la salud.