La tierra de Don Quijote ha sido testigo desde tiempos remotos de conquistas y reconquistas. Castilla-La Mancha está salpicada de imponentes castillos que siguen vigilando el horizonte,  muchos de ellos en muy buen estado de conservación. Si no tienes plan para el fin de semana, puedes hacer un viaje en el tiempo recorriendo los majestuosos castillos, fortalezas, torreones y murallas, testigos del fascinante legado histórico y cultural que albergan las tierras de Castilla-La Mancha.

Castillos espectaculares en otoño

Otoño es una época ideal para contemplar estas arquitecturas. Primero porque los lugares donde se encuentran suelen estar rodeados de hermosos bosques cuyos árboles comienzan a dejar caer sus hojas; lo cual le regala una imagen increíble a la escena. Por otro lado, no hace tanto en una tierra en la que el verano aprieta con fuerza. Además, es un plan que puedes hacer perfectamente en uno o, a lo sumo, dos días.

Por todo ello, te ofrecemos 10 propuestas para pasar el fin de semana disfrutando del enorme patrimonio cultural e histórico de Castilla-La Mancha a través de sus castillos.

 

1.- Castillo Alcalá del Júcar, en Albacete

Íberos, romanos y musulmanes poblaron este hermoso paraje en el cauce del río Júcar hasta la reconquista cristiana en el año 1213 a manos de Alfonso VIII. Alcalá del Júcar ofrece una espectacular visión con el castillo en lo alto del cerro y las casas escalonadas dispuestas a su alrededor. La fortaleza, que fue construida por los almohades entre los siglos XII y XIII, constituye un ejemplo de la arquitectura islámica, con un torreón pentagonal, y dos pequeñas torres de planta circular, dispuestas en tres alturas.

Cuenta la leyenda que desde ese mismo torreón se precipitó al vacío la princesa Zulema para huir del moro Garadén, que la había raptado para obligarla a convertirse al islamismo y casarse con él. Otra versión de la misma leyenda, la sitúa como una princesa mora enamorada de un cristiano, con el que huye del castillo para establecerse en una aldea cercana, llamada precisamente Zulema.

En los alrededores de Alcalá del río Júcar están la Reserva Natural de las Hoces del río Cabriel, un paraje de extraordinaria belleza así como el Tranco del Lobo o el embalse del Molinar. También se puede visitar el Castillo de Carcelén, en el pueblo del mismo nombre y que data del siglo XIV, aunque fue reformado en el XV.

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2.- Castillo de Almansa (Albacete)

En los límites de Castilla-La Mancha con Levante se alza majestuoso el Castillo de Almansa que fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional.

Ubicado en el escarpado cerro del Águila, fue conquistado en la primera mitad del siglo XIII por el entonces infante don Alfonso, futuro Alfonso X 'el Sabio', para la Corona de Castilla. La condición fronteriza de Almansa, puerta a los reinos de Levante y límite entre Valencia y Murcia, la convirtió en objeto de deseo y escenario de múltiples disputas

Los castillos de Caudete y Chinchilla de Montearagón forman parte también de esta ruta por las fortalezas de la frontera levantina. El primero es un antiguo baluarte musulmán levantado en el siglo XII que sigue siendo testigo de las disputas entre moros y cristianos. En las fiestas de la localidad, declaradas de Interés Turístico Regional, se escenifica la invasión musulmana y la reconquista en un drama histórico escrito en verso.

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3.- Castillo de Calatrava la Vieja (Ciudad Real)

Esta fortaleza de enorme valor estratégico era un importante cruce de caminos entre dos vías principales: Toledo-Córdoba y Mérida-Zaragoza. En el siglo XII fue cedida por Sancho III a la Orden del Císter y dio lugar al nacimiento de la primera Orden Militar Hispana: la Orden de Calatrava.

Forma parte de Red de Parques Arqueológicos de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Carrión de Calatrava, a quien la Junta de CLM ha cedido el espacio, ofrece visitas guiadas.

Muy cerquita está el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, a apenas 20 kilómetros y el mayor masegar de Europa Occidental. Es un conjunto de islas rodeadas por láminas de agua de escasa profundidad (de ahí las tablas o tablazos) donde viven 250 aves acuáticas, protagonistas de un ecosistema único.

Fachada principal de la iglesia del Castillo de Calatrava la Nueva, en Aldea del Rey. Es de estilo cisterciense con un gran rosetón 

Completan este recorrido por la ruta de los Castillos de la Orden de Calatrava los castillos de Calatrava la Nueva, en Aldea del Rey, y el de Doña Berenguela, en Bolaños de Calatrava, declarado Bien de Interés Cultural.

 

4.- Castillo de Peñarroya

Las almenas y muros de esta imponente fortaleza dibujan un paisaje único en la localidad de Argamasilla de Alba, en un paraje rodeado de encinas. El castillo es de origen musulmán, aunque fue conquistado por los cristianos en 1198 y entregado primero a la Orden de Santiago y después a la de San Juan.

En su entorno está uno de los parajes más extraordinarios de Castilla-La Mancha, el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera y que hemos conocido en todo el mundo a través de Miguel de Cervantes. Se cuenta en el Quijote que una dama llamada Ruidera, sus hijas y sus sobrinas, sucumbieron a los encantos del Mago Merlín, quien las convirtió en lagunas y a su escudero Guadiana en río.

Las fortalezas de Pilas Bonas (que alberga en su interior un hotel con cinco habitaciones), y Montizón (a orillas del Guadalén y residencia de Jorge Manrique),  completan la ruta de los castillos donde fue nombrado caballero don Quijote de la Mancha.

 

5.- Castillo de Belmonte (Cuenca)

Uno de los castillos más mágicos de la región es el de Belmonte, restaurado por completo y donde se celebran recreaciones históricas y combates medievales, que han tenido que suspenderse debido a la pandemia del coronavirus.

Constituye un soberbio ejemplo de la arquitectura militar y palaciega medieval. Fue mandado construir por el Marqués de Villena en 1465 y sufrió importantes reformas en el siglo XIX, cuando fue reconstruido por Eugenia de Montijo, esposa del emperador Napoleón III.

Belmonte fue declarada Conjunto Histórico Artístico y conserva un recinto amurallado con cinco puertas. Como curiosidad, destacar que en esta villa se rodaron escenas de las películas históricas El Cid, protagonizada por Charlton Heston, y El Caballero Don Quijote, con Carlos Iglesias y Juan Luis Galiardo. 

El Castillo de Uclés, considerado 'El Escorial de Castilla-La Mancha', junto con el Castillo de Garcimuñoz, merecen también una visita en un viaje por la provincia de Cuenca.

 

6.- Castillo de Alarcón,  en Cuenca

En un meandro del río Júcar se erige el castillo de Alarcón, construido sobre los cimientos de una alcazaba árabe anterior. Entre los nobles moradores de este imponente bastión natural está el Infante don Juan Manuel, autor de una de las obras más relevantes de la historia de la literatura española: Los cuentos del Conde Lucanor.

En la actualidad es un Parador de Turismo por lo que dormir y disfrutar de las estancias por las que vivió el ilustre escritor, eso sí, con calefacción y comodidades de la época actual.

 

7.- Castillo de Sigüenza, en Guadalajara

Nos vamos a otro parador, el de Sigüenza, el más imponente castillo de la ruta de los nobles castillos del Señorío de Sigüenza. Romanos, visigodos y musulmanes dejaron su impronta en esta importante villa que llegó a tener una universidad propia. Es una de las ciudades medievales más bellas y mejor conservadas no sólo de Castilla-La Mancha sino de toda España.

Los castillos de Palazuelos (donde se puede admirar la belleza del Parque Natural del Barranco del Río Dulce y la Hoz de Pelegrina, su tramo más espectacular), Riba de Santiuste y el de Atienza conforman la ruta por el Señorío de Sigüenza. Este impresionante castillo musulmán que se eleva majestuoso dominando el paisaje varios kilómetros a la redonda, impactó tanto a Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, que renunció a conquistarlo: “Peña mui fuert”, dijo.

 

8.- Castillo de Molina de Aragón

Varios recintos amurallados conforman esta fortaleza construida sobre un antiguo castro celtíbero. Sus muros albergaron una corte morisca en la que se alojó el Cid en su camino al exilio de Valencia.

Las dimensiones de la fortaleza revelan su función residencial, más allá de la defensiva. En el recinto hay varias torres en buen estado de conservación y una iglesia de estilo románico. Se puede acceder a todas las torres, a la almena y recorrer todo el adarve.

Toda la villa de Molina de Aragón ha sido declarada Conjunto Histórico Artístico y ofrece espacios de gran interés como el Puente Viejo, el Convento de San Francisco, y las iglesias de Santa Clara, Santa María y San Gil. Cuenta con estrechas y pintorescas calles y, en general, el pueblo conserva buena parte de su sabor medieval.

Muy cerca está el Parque Natural del Alto Tajo, donde se pueden contemplar hoces, barrancos, sierras y bosques que conforman un espectacular paisaje.

 

9.- Castillo de Oropesa (Toledo)

Reconvertido en Parador Nacional, este precioso monumento está conformado en realidad por dos castillos: la fortaleza árabe, parcialmente conservada; y el Palacio de los Álvarez de Toledo, condes de Oropesa, del siglo XV, donde se ubica el Parador. Su escalinata de piedra es única en España.

En los alrededores se puede visitar el Puente del Arzobispo, sobre el río Tajo de 1380, una fabulosa obra de ingeniería gótica que ha resistido el paso de los siglos. Su cerámica, junto a la de Talavera de la Reina, es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad desde 2019.

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10.- Castillo de Guadamur (Toledo)

A apenas 15 kilómetros de Toledo encontramos el castillo de Guadamur, del siglo XV. Felipe el Hermoso y Juana la Loca, el Cardenal Cisneros, Carlos V y la Princesa de Éboli –en calidad de prisionera por orden de Felipe II-, fueron algunos de los ilustres habitantes de este bastión.

De inspiración italiana, cuenta con dos recintos amurallados, un foso y defensas cilíndricas interiores y exteriores.

Estas diez propuestas, con algunos añadidos en los alrededores, son sólo una muestra del inmenso patrimonio histórico y cultural de Castilla-La Mancha.

Puedes consultar aquí todas las rutas por los castillos de Castilla-La Mancha, organizadas por escapadas de fin de semana.