En el corazón de los Picos de Europa, rodeado por imponentes montañas y bañado por las aguas de un embalse que lo convierte en un destino único, está Riaño, un pueblo que ha sabido reinventarse tras su 'desaparición' en 1987, hundido en el fondo del pantano y convertirse en uno de los destinos turístimos más bonitos de la provincia de León y de España. Situado en el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, este enclave leonés destaca por su parecido con los fiordos noruegos y por su apodo de “pequeña Suiza”, ganado gracias a sus paisajes alpinos y su aire puro. 

Un pantano que cambió la historia de Riaño


Así era el viejo Riaño, antes de que el pantano anegara el valle. Creative Commons


Y así es el Riaño actual

El pueblo actual es relativamente joven: en 1987, el antiguo núcleo fue inundado para la construcción del mayor pantano de la cuenca del Duero, con 100 kilómetros de costa. Fue toda una tragedia para Riaño y el resto de municipios afectados (Anciles, Salio, Huelde, Éscaro, La Puerta, Burón, Pedrosa del Rey, y Vegacerneja). Tuvieron que realojarse en el paraje de Valcayo, por encima del nivel del agua. También se trasladaron piedra a piedra al Nuevo Riaño algunos de sus sus monumentos más emblemáticos (ermita de Quintanilla, Iglesias de Pedrosa del Rey y la Puerta, y dos hórreos de estilo asturleonés, que fueron los únicos que se salvaron de los más de 80 que había en el valle).

No solo dejaron atrás sus casas, también su forma de vida: la ganadería se fue abandonando progresivamente para centrarse sobre todo en el turismo de naturaleza. Hoy en día el nuevo Riaño en un destino turístico de pirmer nivel, gracias a su espectacular entorno natural y su oferta de actividades al aire libre. No sin esfuerzo.

Ruta en barco

Uno de sus mayores atractivos son los paseos en barco por el embalse, que permiten descubrir la grandeza de las montañas reflejadas en el agua y disfrutar de la biodiversidad de la zona. Desde estas embarcaciones, es frecuente avistar águilas, buitres leonados y ciervos, además de acceder a puntos que solo pueden explorarse desde el agua.

El barco realiza rutas durante todo el año dado que está dotado con una cubierta transparente, permitiendo a los viajeros disfrutar del paisaje tanto en verano como en invierno. Es necesario reservar con antelación.

¿Qué ver en Riaño?

Riaño cuenta con el llamado banco más bonito de León, desde donde se pueden contemplar impresionantes vistas del pantano, rodeado por los picos Gilbo, Yordas y Las Pintas. Este enclave mágico ofrece al visitante una oportunidad única para contactar con la naturaleza. Hay otros dos puntos privilegiados para disfrutar del paisaje en el municipio: el mirador de Las Hazas y el mirador de Valcayo. En este último alto, a más de 1.200 metros de altitud, encontramos el que hasta hace poco era el columpio gigante más grande de España. El pasado mes de agosto la localidad leonesa de Castrocontrigo inauguró otro que medía 10´94 m. Esta estructura, sin embargo, nunca podrá estar a la altura de las mágicas vistas desde Valcayo.

Junto al banco más bonito de león encontramos la Ermita de Nuestra Señora del Rosario, la antigua iglesia de La Puerta, uno de los municipios anegados por la construcción del pantano. Se trata de una construcción románico del siglo XIV, que cuenta en su interior con unas pinturas góticas en excelente estado de conservación. Estas pinturas se descubrieron durante el traslado piedra a piedra desde su ubicación original al nuevo pueblo de Riaño, ya que estaban cubiertas por cal.

Desde allí se puede seguir el llamado Paseo del Recuerdo, una senda peatonal de un kilómetro de extensión que bordea la orilla del pantano hasta el embarcadero. En el recorrido hay varios paneles informativos con explicaciones e imágenes del pasado de este valle antes de la construcción del embalse. 

La Iglesia Parroquial de Riaño también fue trasladada desde su ubicación original, en Pedrosa del Rey. Destaca su airosa torre del siglo XVI y la reproducción de la portada románica en su entrada principal. En su interior conserva una imaginería de primer orden. Se pueden contemplar la talla del Cristo de su altar Mayor, y las tallas de Santa Agueda, Santiago, la Virgen de Quintanilla, Santa Ana y Santa Catalina.

Otro de los atractivos turísticos es el Museo Etnográfico de Riaño. Además, durante los meses de verano la localidad es ideal para practicar todo tipo de deportes náuticos como kayak, windsurf, vela ligera, windsurf, esquí acuático y motos de agua, entre otros.

Alojamiento y gastronomía

Ya el viejo Riaño contaba con un establecimiento de primer nivel para recibir a los turistas. En los años 50 el Parador Nacional de Turismo de Riaño, que hoy descansa bajo las aguas, fue un cotizado destino. Hoy en día la localidad cuenta con una variada infraestructura hotelera, con ofertas de lujo, hostales y casas rurales.

El pueblo ofrece una rica gastronomía basada en productos locales como la trucha, longanizas y jamón elaborados de forma artesanal. Aquí se puede degustar la cocina tradicional de la Montaña Leonesa y su plato estrella es el cocido de arvejos, una legumbre autóctona que hasta hace poco sólo se conocía en la zona. Se trata de una comida humilde, muy rica en grasas, lípidos y proteínas para hacer frente al frío.