Las piscinas naturales siempre son una buena opción para pasar los días de verano. De hecho, en ElPlural.com hemos recomendado en varias ocasiones algunas de ellas. Sin embargo, hoy hemos intentado elegir las cinco piscinas naturales ubicadas en los paisajes más increíbles tanto de la Península Ibérica, como fuera de ella.

Garganta de los Infiernos (Cáceres)

Ubicada nada menos que en el Valle del Jerte, esta piscina natural cuenta con abundantes cascadas y saltos. La peculiaridad de esta zona es que es en la que más pozas excavadas de manera natural ha generado la erosión de los ríos. Además, cuenta con varias rutas para realizar en verano para los amantes del senderismo.

Grganta de los Infiernos.

Piscina natural de Beceite y la ruta del Parrisal (Teruel)

En este municipio situado en la comarca de Matarraña hay pozas y zonas de baño aguas frías y muy transparentes: la Piscina Natural de L’Assut, Ruta del Parrizal de Beceite y las Pozas de La Pesquera son algunas.

Beceite

 

Piscina natural de la Fontcalda (Tarragona)

En La Fontcalda las aguas termales brotan al aire libre, a 28 grados, y se impregnan de cloruro y carbonato cálcico, sulfato de magnesio y cloruro sódico. Se ubican entre las Sierras de la Mola y el Crestall, junto a un santuario del siglo XIV.

La Fontcalda (Tarragona)

El Charco Azul (El Hierro)

El Charco Azul, en El Hierro, es una de las zonas de baño más espectaculares que os podéis encontrar en las Islas Canarias. En medio de las rocas que erosionó la lava, sorprende por el agua de color turquesa.

Charco Azul (Tenerife)

Termas de A chavasqueira (Ourense)

A lo largo de cuatro kilómetros de longitud, en la margen derecha del río Miño, se suceden las pozas y termas de Chavasqueira, Muiño das Veigas, Outariz o Burgas de Canedo, un lugar ideal para pasar el día a remojo por cero euros.

Pozas a Chavasqueira