Las comparaciones son odiosas, pero no siempre, como en el caso que traemos a continuación, en el que presentamos uno de los pueblos más bonitos de Málaga. Se trata de un sitio escondido con el que alucinan no solo los turistas que lo visitan en nuestro país, sino también los que vienen de fuera. De hecho, en Estados Unidos lo definen como una "joya escondida en las colinas del sur de España"

Tal cual lo mencionan en 'Travel Leisure', y no es para menos. Desde el otro lado del charco celebran que el lugar todavía no esté masificado, algo que es una "buena noticia para los viajeros interesador en pasear por el laberinto de sus encantadoras calles estrechas en el caso antiguo, ir de excursión a las ruinas del castillo, degustar tapas y beber vino local mientras contemplan la puesta del sol en paz". 

La Málaga más exótica, con influencia también marroquí

Se trata de Frigiliana y está ubicada en la llamada Axarquía o, lo que es lo mismo, la Málaga más escondida y exótica. Para empezar, su localización resulta de lo más atractiva al encontrarse nada más y nada menos que en el Parque Natural de las Sierras de Almijara, Tejera y Alhama; a orillas del río Chíllar.

Lo cierto es que al margen de sus calles blancas y su entorno mediterráneo, propio del sur de Europa, este enclave también disfruta de la influencia marroquí, que se deja ver en su casco antiguo, de herencia morisca, sus pasadizos o revellines; el Barribarto, el Zacatín o el callejón del Peñón, una especie de mirador desde el que te sentirás el rey de Andalucía y, con poca imaginación, hasta de Europa. Incluso en sus hoteles, como La Posada Morisca, un hotel rural con doce pequeños cortijos con estufas de leña para el invierno y terrazas con vistas al mar para esta época del año y, sobre todo, el verano. 

Qué ver en Frigiliana

Entre los lugares a destacar de Frigiliana destacan sus calles empinadas, que dejan a su paso edificios blancos y portones azules. Una de estas avenidas es la Calle Hernando el Darra, uno de los rincones más fotografiados del municipio, lo mismo que la calle Real, la principal de la localidad y que atraviesa, precisamente, el casco antiguo. 

Con todo, el punto más famoso para visitar en Frigiliana no es otro que el callejón el Garral, uno de los rincones más bonitos del territorio malagueño, adornado con plantas, protagonistas por otra parte de la inmensa mayoría de la ciudad.

Frigiliana

En lo que respecta a monumentos concretos, destaca la Iglesia San Antonio de Padua, igualmente en la calle Real y de un blanco inmaculado. Fue una antigua mezquita musumana y, después una iglesia. Frente a ella -como en buena parte del municipio- encontraréis bares y otros lugares de ocio en los que hacer un alto en el camino o para salir por la noche.

Otro de los sitios visitables y prueba también de las culturas que han convivido en este punto andaluz es la Plaza de las Tres Culturas, con muchísima vida y en la que se alza el Palacio de los Condes de Frigiliana, construido en el siglo XVI y que alberga la única fábrica de miel de caña de Europa.  A propósito, aguacates, mangos, moscatel o aceite de oliva son otras de sus joyas gastronómicas. 

Si viajas ahora en agosto, al final del mes podrás disfrutar del Festival de las Tres Culturas, donde se mezcla música, gastronomía, cultura y mucha fiesta y que tendrá lugar entre el 24 y el 27 de agosto. Y hablando de gastronomía, no te puedes ir sin probar algunos de sus restaurantes más pintorescos, como La Dromadora, el León, el Lagar o La Bodeguilla.