Ubicada en la provincia de A Coruña, en plena costa gallega, Cedeira es una villa marinera que deslumbra por su belleza natural y autenticidad. Este pueblo, uno de los rincones más bonitos de Galicia, ofrece una mezcla de historia, arquitectura típica y paisajes espectaculares. A unos 12 kilómetros encontramos los acantilados de Herbeira, los más altos de la Europa continental, de unos 620 metros sobre el nivel del mar y un desnivel de cerca del 80%.
Un lugar único en Europa
Se trata de los acantilados en mar abierto más altos de toda Europa (considerando que los fiordes noruegos no son realmente acantilados, sino valles glaciares inundados por el mar) y los cuartos en la clasificación europea, si tenemos en cuenta los acantilados insulares de Noruega, Islas Feroe e Irlanda. Las vistas desde el mirador son impresionantes. En días claros se pueden llegar a ver las islas Sisargas, a más de 80 kilómetros de distancia.
Acantilados de San Andrés de Teixido (Foto Turismo Xunta de Galicia)
El acceso a los acantilados se realiza por una carretera estrecha que atraviesa la Sierra de A Capelada, un paraje donde es frecuente ver caballos salvajes pastando en libertad, lo que añade un encanto especial a la experiencia.
San Andrés de Teixido: leyenda y peregrinación
A poca distancia de Cedeira se encuentra el Santuario de San Andrés de Teixido, uno de los lugares de peregrinación más importantes de Galicia. Según la tradición gallega, “a San Andrés de Teixido vai de morto quen non foi de vivo” (“a San Andrés de Teixido va de muerto quien no fue de vivo”), lo que implica que todos deben visitar este santuario al menos una vez en la vida.
Santuario de San Andrés de Teixido (Foto: Turismo Xunta de Galicia)
El camino hacia San Andrés de Teixido atraviesa un paisaje de montañas y acantilados que ya forma parte de la experiencia. El santuario empezó a construirse en el siglo XVI y se enmarca dentro del estilo gótico marinero. En el interior, hay pinturas murales que representan el martirio de Sant André y que fueron descubiertas en 1970 tras el retablo mayor, barroco (s. XVIII) y con un relicario con restos del Apóstol San André.
Se trata de un lugar de culto desde tiempos inmemoriales, la tradición celta creía que las almas en pena, atrapadas por la Santa Compaña, venían a este lugar para encontrar las puertas del otro lado. El camino está lleno de piedras que los peregrinos van dejando, una tradición que se remonta, probablemente al Neolítico.
En los alrededores se encuentra la Hierba de enamorar, una planta que, si guardas en el bolsillo de la persona que quieres sin que se dé cuenta, se enamorará de ti, según la leyenda.
Hay también una fuente milagrosa a la que se echa miga de pan: si flota San Andrés te concederá el deseo, pero si se hunde, las súplicas no serán atendidas. Los ‘sanandreses’ o ‘sanandresiños’ son figuritas de pan endurecido que se venden como amuletos de buena suerte en el amor, la salud o el trabajo.
Senderismo y naturaleza en la Sierra de A Capelada
Para quienes disfrutan del senderismo, Cedeira es un punto de partida ideal para explorar la Sierra de A Capelada, una cadena montañosa que alberga una rica flora y fauna autóctona. Entre las rutas más recomendadas se encuentra el camino hacia el Monte Faro, desde donde se obtienen vistas panorámicas de la ría y los acantilados de la costa.
Otra ruta popular es la Ruta de los Miradores, que recorre varios puntos de observación a lo largo de los acantilados, ofreciendo diferentes perspectivas del mar y de las montañas. Esta ruta es ideal para la fotografía de paisajes, especialmente al atardecer, cuando el sol tiñe el mar y las rocas de tonos dorados y rojizos.
Además de su valor paisajístico, la Sierra de A Capelada es un espacio de gran importancia ecológica, con especies de flora como el tojo y el brezo que cubren las laderas y añaden color al paisaje. Durante el recorrido es posible avistar caballos salvajes y rebaños de ovejas que pastan libremente, lo que añade un toque pintoresco al ambiente natural de la zona.
El encanto de una villa marinera
Cedeira es conocida por su profundo vínculo con el mar. Desde tiempos medievales, la pesca ha sido su principal motor económico, un patrimonio marinero reflejado en sus calles y el puerto. Su nombre proviene del latín ‘cetárea’ y no es casualidad ya que en la Edad Media fue uno de los puertos balleneros más importantes de Galicia.
Villa de Cedeira (Foto: Turismo Xunta de Galicia)
El Museo Mares de Cedeira, ubicado en las instalaciones portuarias, evidencia los fuertes lazos de esta población con el mar.
Al recorrer el casco antiguo, se pueden ver las casas tradicionales gallegas con balconadas acristaladas y encaladas en blanco o vivos colores. Allí encontramos numerosas casonas señoriales con escudos nobiliarios. Entre los edificios más representativos están la Iglesia de Santa María del Mar, construida en el siglo XV, y el Castilo de la Concepción.
La ría de Cedeira y sus playas
La ría de Cedeira es uno de los elementos que definen el paisaje del pueblo. Rodeada de acantilados y bosques, la ría desemboca en el Atlántico, creando un entorno natural de gran belleza y diversidad. En sus aguas tranquilas, se pueden ver embarcaciones de pescadores y pequeñas barcas que representan la actividad pesquera tradicional de la zona.
Entre las playas más conocidas se encuentra la playa de A Magdalena, con una extensa franja de arena fina y aguas tranquilas, ideal para nadar y disfrutar en familia. Esta playa se llena de vida en los meses de verano, cuando tanto locales como visitantes aprovechan para disfrutar del sol y el mar. Otra playa recomendada es la playa de Vilarrube, un arenal más amplio que se extiende entre dunas y que ofrece un entorno más salvaje y natural.
Gastronomía de Cedeira
La cocina de Cedeira se basa en pescado y marisco fresco, ofreciendo auténticos sabores del mar. Entre las recetas locales destacan el rape con guisantes, la sepia rellena, el bonito en salsa y la merluza en salsa verde. El percebe, famoso a nivel internacional, es uno de sus mariscos estrella, junto con centollas, langostas, nécoras y berberechos.
Un plato emblemático es la tarta o pastelón de Cedeira, elaborada con hojaldre y rellena de ingredientes como bonito, bacalao con pasas, zamburiñas o pulpo. Para el postre, son típicas las galletas en forma de concha y los brazos de gitano con variados rellenos. Estas especialidades, con ingredientes frescos y locales, son habituales en los menús de los restaurantes de Cedeira.