Hace pocos días se aprobó por fin la Ley de Cambio Climático de España. Primero se aprobó en el Congreso a propuesta del Gobierno, se creó una comisión parlamentaria que debatió profundamente y escucho a una multitud de entidades y especialistas, se aprobó en el Senado con algunos cambios y volvió al Congreso para ser aprobada. Un largo camino, que indudablemente como país teníamos que tener desde hace diez años, pero llegó a su fin.

Es verdad que los compromisos de la UE y el empuje del gobierno actual hacen que esta ley cuente con grandes compromisos. Pero es de destacar que las empresas, la mayoría de los grupos parlamentarios se han inplicado, las entidades han realizado una gran cantidad de propuestas de mejora… Ha sido una Ley con mucho apoyo, diálogo, debate y búsqueda de acuerdo.

Llama la atención como algunas entidades y organizaciones, con cierto grado de “esquisitez” desde mi punto de vista, han tenido dificultades de comenzar por lo positivo: tenemos una Ley contra el cambio Climático; y han preferido comenzar sus declaraciones con los peros y sus matices.

Es legítimo no estar conforme al 100%, pedir más compromiso, considerar que se queda corta en algunos aspectos e incluso creer que faltan algunos temas. Es mi caso. Pero me disgusta ver lo que cuesta mostrar satisfación por el trabajo conjunto, por el acuerdo, por el esfuerzo… Sería bueno, a mi entender, alegrarnos por el marco legislativo aprobado y luego indicar las discrepancias. Excepto, como es el caso de un grupo en concreto, Más País, que al no estar conforme por considerar que se queda muy corta, lo explique desde el principio. Eso es lo correcto.

Por eso, desde mis pegas a la Ley, quiero destacar que ha sido muy dialogada y debatida con todos los agentes económicos, sociales y entidades que son los que aseguran que podrá tener una buena trayectoria.

El Ministerio de Transición Ecológica, y los que apoyamos ese concepto, debemos poner igual énfasis en el término transición que en el ecológico. Si no planificamos y diseñamos el proceso de transición, no será posible alcanzar el objetivo ecológico.

Un buen ejemplo sería el de una persona que tiene sobrepeso y acude a su médico para tratar de bajar peso y alcanzar un estado de salud correcto. El buen tratamiento no sería aquel que te dice el objetivo de peso a alcanzar y te diga “mañana tienes que tenerlo”. El buen tratamiento, para alcanzar el éxito, sería aquel que te dice cual es el objetivo, qué pasos debemos dar, cómo hacerlo y cómo poder hacerlo compatible con la vida del paciente. Todo ello sin afectar a su calidad de vida. Creo que la transición ecológica es algo parecido. Podemos hacer grandes declaraciones y mucho brindis al sol, pero o hablamos con todos para hacerlo posible y gestionamos esa transición, o no serviría más que para unas fotos chulas y bonitas declaraciones.

Dijo la Vicepresidenta, Teresa Ribera: "Marcamos un hito, un punto de partida desde el que mirar siempre hacia delante e ir a más, nunca a menos. Con esta ley se abordan retos complejos en un momento difícil para nuestra sociedad".

En lo concreto, me gustaría destacar de esta Ley lo siguiente:

El compromiso de España con la descarbonización queda reflejado en los objetivos de reducción de emisiones en sectores difusos (movilidad, usos térmicos en edificios, residuos o agricultura) que, con una reducción del 39%, está 13 puntos por encima de la meta del 26% fijada por la Unión Europea.

Por otro lado, mientras la Unión Europea establece una penetración de renovables entre un 38% y un 40% en el consumo final de energía para 2030, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima establece para España un 42%. En lo tocante a eficiencia energética, Europa considera necesario un aumento de entre el 36 y el 37% para 2030, mientras que el objetivo español se sitúa en el 39,5%

A mí esto me suena bien. Mis peros son en materia de educación ambiental que creo podría ser más ambiciosa, mayor concreción en la revisión y actualización de nuevos compromisos y un detalle, que seguro viene y vendrá en los planes para su aplicación, año a año y euro a euro. Pero muy bienvenida sea, sin dudas.