Beckylee Rawls y su esposo residen en Okinawa, Japón, y suelen aprovechar su tiempo libre para explorar las pozas de marea de la isla, conocidas por albergar una gran diversidad de vida marina. Lo que parecía ser una salida habitual al litoral se convirtió recientemente en una experiencia que Rawls no olvidará.
Un peligroso animal
Mientras recorría una zona rocosa con la marea baja, Rawls encontró una concha que le llamó la atención por su colorido diseño y su forma estilizada. “Lo único que pensaba era: ‘Es una concha preciosa, voy a mirarla más de cerca’”, declaró a la revista People. Sin guantes y guiada por la curiosidad, la levantó del agua, la observó detenidamente durante varios segundos y la giró para limpiarla. Fue entonces cuando notó un detalle que cambiaría su percepción del hallazgo: en su interior había tejido blando. La concha estaba habitada.
Al poco tiempo, una búsqueda rápida en internet reveló la verdadera naturaleza del molusco. Se trataba de un caracol cono, considerado uno de los animales marinos más venenosos del mundo. Aunque su apariencia es inofensiva, el caracol posee un veneno neurotóxico que puede causar parálisis e incluso la muerte. Algunas especies pueden contener suficiente veneno para matar a varias personas, y actualmente no existe antídoto conocido.
El temor por haber sido picada por el caracol cono
El impacto de la información fue inmediato. “Me di cuenta de que quizá había cometido el peor error de mi vida”, afirmó Rawls. Según explicó, la experiencia la dejó varios días en estado de alerta, temiendo haber sido picada sin darse cuenta. “Mi mente me decía que tal vez me había picado y no lo sabía. No hay antídoto, solo queda esperar”, añadió.
La viralización del tema
Ante la falta de conocimiento sobre esta especie, Rawls decidió compartir su historia en redes sociales. El video que publicó en TikTok superó los 24 millones de visualizaciones, acompañado de miles de comentarios. Muchos usuarios le agradecieron la advertencia, mientras otros expresaron sorpresa al descubrir el peligro de un animal tan pequeño y aparentemente inofensivo.
“Esto demuestra lo poco que se sabe del tema. Me alegra que ahora más personas estén informadas y puedan tener cuidado”, concluyó.