Los calefactores son elementos que se tienen especialmente en cuenta con la llegada del invierno. Mucha gente opta por comprarlo cuando empieza a llegar el frío, así no corre el riesgo de quedarse sin uno cuando realmente hace falta y todo el mundo ha ido a por uno a la tienda. Pero esto no quiere decir que no salten dudas a la hora de la elección, ya que uno de los mejores principios a tener en cuenta es que sea de bajo consumo.

Hay calefactores para todos los gustos y necesidades. Aunque te puedes perder un poco en el mercado debido a esta gran diversidad. Es por esta razón que en las siguientes líneas podrás entender qué es un calefactor, los tipos que hay y cuáles son los consejos a tener en cuenta a la hora de la compra.

Qué es un calefactor

Un calefactor eléctrico es ese producto que consigue energía calórica a partir de la energía eléctrica. Es una forma rápida de conseguir calor y de calentar una estancia rápidamente. No obstante, hay últimos modelos de bajo consumo que no consumen grandes cantidades de energía y son un aliado en la actualidad, cuando el precio de la luz está batiendo récords históricos y superando los 200 euros el megavatio hora.

Pero para entender qué es un calefactor, hay que conocer los diferentes tipos que existen.

Tipos de calefactores

En el mercado podemos encontrar varios tipos de calefactores, que tienen distintos funcionamientos para transformar la energía que reciben de la red eléctrica.

  • Calefactor eléctrico: los de este tipo son los más baratos de todos. Están pensados para estar poco tiempo enchufados y otorgar durante ese tiempo el mayor calor posible, ya que lo que hacen es calentar una resistencia eléctrica.
  • Radiador de aceite: lo que hacen estos calefactores es ir calentando el fluido térmico del interior del radiador para que cuando coja la temperatura señalada, la transmita al metal y este a la estancia.
  • Calefactor cerámico: estos también se conectan a la red eléctrica, pero calientan unas placas de cerámica del interior para que después se distribuya su calor con un ventilador.
  • Paneles: estos son probablemente los menos polivalentes y portátiles de todos, pero consiguen ser más eficientes y consumen menos energía que los demás.
  • De aire: tienen un sistema de ventilación con el que calientan el ambiente y los últimos modelos son capaces de repartir el calor uniformemente a su alrededor.
  • Infrarrojos: calientan de manera puntual porque son pequeños, de ahí que calienten una zona determinada.
  • Convectores: estos funcionan con unas resistencias que al restar conectadas van calentando el aire y lo expulsan al exterior por medio de unas rejillas.

Qué tener en cuenta a la hora de comprar

Hay varios factores que influyen y que es importante tener en cuenta a la hora de decidirse a comprar un calefactor. La potencia se debe tener en cuenta en función del espacio que queremos calentar y con la urgencia que queremos que se caliente. Según los expertos, la potencia que se debe tener por metro cuadrado de superficie es de 80W aproximadamente.

El tamaño del calefactor se debe tener en cuenta ya que los más pequeños están diseñados para calentar espacios más pequeños. Pero si estamos pensando en un calefactor para el baño debemos fijarnos que tenga como mínimo protección IP24, es decir, que es resistente al agua y al polvo. Los más recomendables en este sentido son los que tienen ventiladores, como los cerámicos o los de tipo infrarrojo.

Finalmente, es aconsejable que tenga termostato, porque nos permitirá ahorrar energía al saltar cuando lleguen a la temperatura deseada. Otro elemento interesante es un indicador de temperatura digital, porque los de rueda suelen terminar con holguras que influyen en su precisión de marcación.