Con la llegada del verano, conciliar el sueño puede convertirse en un verdadero reto, especialmente durante las noches más calurosas. Frente a la falta de aire acondicionado en muchas viviendas, algunos métodos tradicionales están resurgiendo como alternativas sencillas y eficaces para dormir mejor. Uno de ellos, conocido como el "truco egipcio", se remonta a miles de años atrás y ha sido recomendado recientemente por el experto en descanso Tom Hughes, de Coast Road Furniture, en declaraciones al medio británico Express.co.uk.
Según Hughes, “en una noche cálida y húmeda, puede resultar casi imposible dormir”, sobre todo en países como el Reino Unido, donde las viviendas están diseñadas para conservar el calor. En este contexto, recuperar técnicas antiguas puede marcar la diferencia.
¿Qué es el truco egipcio?
El truco egipcio consiste en humedecer una toalla o manta con agua fría, escurrirla bien para evitar que gotee, y colocarla sobre el cuerpo al acostarse. Para mayor comodidad, se recomienda poner una toalla seca debajo, protegiendo así la cama de la humedad. Aunque el método puede resultar incómodo para algunas personas, tiene la ventaja de proporcionar una sensación de frescor inmediato, ideal en noches de mucho calor.
Congelar un par de calcetines
Para quienes buscan alternativas menos intensas, Hughes sugiere otras versiones adaptadas. Una opción práctica es congelar un par de calcetines: basta con introducirlos en una bolsa de plástico con un poco de agua y guardarlos en el congelador. Por la noche, se pueden colocar en los pies, con una toalla debajo para proteger el colchón. También se puede enfriar una bolsa de agua caliente rellenándola con agua fría y dejándola en el congelador durante el día.
Cierra las cortinas durante el día
Más allá de estos trucos, el experto subraya la importancia de preparar adecuadamente el entorno para dormir. Mantener las cortinas cerradas durante el día ayuda a evitar que la habitación se sobrecaliente. Luego, una vez que las temperaturas bajan al anochecer, conviene abrir las ventanas para dejar circular el aire fresco.
En una época en la que el calor extremo es cada vez más frecuente, recuperar y adaptar métodos antiguos como este puede ofrecer soluciones eficaces y accesibles para dormir mejor sin necesidad de recurrir a dispositivos eléctricos.