A Carlos Mazón parece que nunca le han importado lo más mínimo las más de 200 muertes por la DANA, solo le importa él mismo. A Feijóo y a Abascal tampoco le importan el dolor de todas esas familias ni del pueblo valenciano. A todos ellos solo les une el poder, obtenido a cualquier precio. Representan la peor cara de la política.

Por eso cabe preguntar, ¿cómo puede haber valencianos y valencianas, que han visto lo que han visto durante la Dana, que han sufrido lo que han sufrido en esta tragedia y que piensan seguir votando al PP o a Vox? ¿Qué les motiva para seguir apoyando a Mazón, Feijóo y Abascal cuando solo aportan rencor, odio y dolor?

Cuando parece que Mazón no puede ya mentir más, cuando parece que ha cruzado todas las barreras de la falta de decencia, cuando ha sobrepasado todos los límites de la falta de dignidad, se supera y va más allá, como ha hecho al aprobar unos presupuestos con Vox, asumiendo todos los postulados de la ultraderecha, para seguir enrocado en el poder sin importarle las consecuencias.

Y aunque se crea listo, es demasiado torpe. La última torpeza de Mazón es haber puesto un tuit, que luego tuvo que borrar, con una foto sobre fallas, eso sí, encerrado, puesto que no puede salir a la calle, con el siguiente texto: “Las fallas son el alma de nuestros barrios, inundan cada rincón de la ciudad con música y ambiente”. Parece salido de otra sobremesa en El Ventorro. Su incapacidad y su irresponsabilidad no conocen límites.

La única reconstrucción que busca Mazón es la de su presente y su futuro. Siempre ha demostrado su falta de escrúpulos al respecto. Sólo le interesa él mismo. Los valencianos y valencianas hacen ya mucho tiempo que dejaron de importarle al presidente de la Generalitat del PP.

Mazón pretende seguir a cualquier precio como presidente de la Generalitat. Hay quien asegura que pretende hacerlo hasta julio, porque así tendría asegurados 75.000 euros de sueldo público durante dos años, dos asesores personales a su servicio, coche, chófer, todo a cargo de los impuestos de los valencianos. Pero otros muchos apuntan a que no será así.

Mazón pretende seguir hasta el final de la legislatura, e incluso tratará de presentarse a la reelección. Su partido el PP y su líder Feijóo no se lo impedirán. Y Vox seguirá respaldándolo, porque para ellos representa un títere que hace todo lo que ellos le mandan y ordenan. Únicamente la justicia y el pueblo valenciano pueden impedir que cumpla con sus deseos reales.

Vamos a ver, si Feijóo hubiese querido que Mazón dimitiese, lo habría dicho ya, pero ha sido incapaz de expresarlo. Incluso unió su futuro al suyo, cuando le salvó la cara a conciencia, llegando a asegurar que durante el trágico día de la DANA estuvo informado puntualmente por Mazón de lo que ocurría. Luego se supo que no hubo ninguna llamada ese día del presidente de la Generalitat valenciana al líder del PP. Por tanto, no pudo saber nada, salvo que ese día ambos estuviesen juntos y no nos lo hayan contado. ¿Quién miente? Seguimos esperando una verdad de Feijóo, aunque solo sea en este caso.

Si Feijóo hubiese querido que Mazón dimitiese, no hubiese permitido su pacto con Vox para sacar adelante los presupuestos de la Generalitat valenciana. Pero no solo no se lo ha recriminado, sino que lo ha justificado. Feijóo y Abascal vuelven a su idilio de amor. Un amor que ahora será más grande, al sumar sus pactos en Ayuntamientos, donde siempre estuvieron juntos, con los recuperados acuerdos en las comunidades autónomas.

Mazón ha allanado el camino a Murcia y Aragón para que pacten con Vox. Feijóo ha dado la orden a todos sus barones del PP a ceder a los postulados de la extrema derecha. Ofrecen mucho racismo y el negacionismo más absoluto, a cambio de Presupuestos.

¿Tan cobarde es Feijóo que aún sabiendo el daño electoral que Mazón le está provocando al PP es incapaz de pedirle que se vaya? A un líder se le presupone capacidad de liderar y de adoptar medidas, incluso cuando son difíciles. El que agacha la cabeza cobardemente ante los problemas, jamás podrá ser un líder, por eso el expresidente gallego jamás lo será.

Y Abascal es tan responsable como Mazón de la desgracia ocurrida en Valencia. Es cierto que Mazón era el presidente de la Generalitat, pero el otro, es el que lidera el partido que lo ha apoyado siempre y en los peores momentos.

¿Y por qué Abascal apoya a Mazón? Hay quien piensa que es porque el presidente de la Generalitat transige con sus políticas racistas y xenófobas, así como el negacionismo del cambio climático. Pero debe haber algo más.

Hay quien piensa que Vox, detrás del apoyo a Mazón, pretende desgastar la marca PP, para subir ellos en las encuestas. Abascal en sus sueños más profundos piensa que llegará a ser el “Trump español”. Aunque bastante daño está haciendo Trump a Europa y al mundo, para que en nuestro país tengamos una mala copia.

Mazón, Feijóo y Abascal. Tres hombres y un mismo destino. Seguir gobernando Valencia sin importarles los valencianos ni las valencianas. Les dan igual las protestas, les dan igual los abucheos, les dan igual las manifestaciones. La sexta manifestación en Valencia para reclamar la dimisión de Mazón ya tiene fecha, será el 29 de marzo. Pero a los tres solo les mueve seguir mandando y cobrando su sueldo, lo demás no les importa.

Este es el rostro de la derecha y ultraderecha. El de un político dispuesto a cualquier cosa para mantenerse en el cargo, aunque ello signifique contribuir a la polarización y la división de la sociedad. Ni al PP ni a Vox les ha preocupado nunca buscar soluciones a los problemas de la gente, sino utilizan esos problemas como una excusa para seguir en el poder.

La falta de escrúpulos de Mazón, su falta de humanidad y su falta de un proyecto de futuro para la Comunidad Valenciana lo convierten en un lastre para la región. Feijóo y Abascal son responsables del desastre de mantenerlo en su puesto. Los valencianos y valencianas merecen un presidente que se ocupe de ellos, que trabaje por el bien común y que, ante todo, sea capaz de actuar con dignidad en momentos de crisis.

La Comunitat Valenciana merece algo mejor, y es hora de que la mayoría de los valencianos y valencianas se planten ante esta política de odio y egoísmo. Mazón debe dimitir, y Feijóo debe asumir su responsabilidad por mantener a este personaje al frente de la Generalitat. Los ciudadanos no pueden esperar más. ¡Mazón dimisión!

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