Las ansias de destruir ganan la partida a la prudencia. Y así, los medios de siempre, después de unos cuantos bandazos se han decidido por el “Sánchez ha rectificado”. Ellos no, Sánchez.

El caso más sonado ha sido el de ABC, que incendió las redes sociales. Con la primera crisis del Aquarius, tituló, “España afronta una avalancha de inmigrantes por el efecto llamada”. Con la segunda, “Sánchez abandona al Aquarius cuando está más cerca”.

El Gobierno había advertido que lo que intentaba no era rechazar al Aquarius, sino negociar con otros países la apertura de un puerto más seguro -que, en términos marítimos, significa el puerto más cercano-. Pero ahí seguían, erre que erre. Los que se quejaban de la llegada del Aquarius a un puerto español, pasaron a pedir a gritos la llegada del Aquarius a un puerto español.

Otros, minimizan el acuerdo alcanzado por siete países para recibir a los inmigrantes, “porque se trata de un número muy bajo, mientras que en patera siguen llegando centenares”. Lo cierto es que lo fundamental es el precedente. El Aquarius atracó en el puerto más seguro, Malta y, por fin, varios países que no son frontera de la Unión Europea se han implicado en el problema de la inmigración. Es más, in extremis se ha sumado Italia después de que Matteo Salvini, dos días antes, hubiera “tuiteado”, los inmigrantes serían distribuidos en España, Portugal, Francia, Alemania, Luxemburgo y Alemania. No en Italia, “ya hemos hecho suficiente”. Pues en este caso sí que ha habido rectificación.

 Tampoco se quieren quedar atrás los partidos que no quieren conocer la realidad, porque les arruinaría el discurso. La Cadena SER, en el programa Hoy por Hoy, confirmó que la máxima responsable de ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) pidió reunirse con los responsables del PP y Ciudadanos para contarles la realidad de los números, pero ambos partidos se negaron al encuentro. La táctica del avestruz.

 Lo cierto es que PP y Ciudadanos se están escorando peligrosamente a la ultraderecha. Tanto, que parece notarlo hasta el inefable Rafael Hernando que, de buenas a primeras, ha pedido disculpas por sus impresentables declaraciones de hace tres años contra las víctimas del franquismo. “Me pasé cuatro pueblos” ha dicho. Quizá haya notado que el PP se está pasando cuatro pueblos en su coqueteo con la ultraderecha. Esta sería una forma de congraciarse con el electorado de centro.

Lo que era un problema de los países del sur ha pasado a ser una cuestión europea. Lo que tenían que solucionar Malta, Italia, Grecia y España es hoy un tema continental. Un paso importante en la buena dirección. Esperemos que haya más.