Feijóo y Puigdemont se necesitan. Como aquella película de Robert Redford y Paul Newman de 'Dos hombres y un destino'. Ambos ansían el mismo destino, gobernar a cualquier precio. Están dispuestos a todo para lograrlo, el problema es que no lo han conseguido ni en las urnas ni en la negociación política. A Feijóo le importa España y a Puigdemont Cataluña solo si ellos gobiernan; si no, prefieren reventarlo y bloquearlo todo. Esta es la realidad.
Feijóo y Puigdemont saben, que el PP obtiene mejores resultados electorales cuanto mayor es el independentismo en Cataluña y Junts sabe, que crece electoralmente cuando gobierna el PP en España. Por eso, tiemblan ante el hecho de que Salvador Illa sea presidente de la Generalitat, porque a ambos se les rompe el discurso.
Hablando de discursos, Feijóo ha vuelto a comprarle el discurso a Vox. Cada día se siente más “unido” a Abascal. Pero se ha pasado de frenada. Los españoles conocen a Salvador Illa, saben que es un hombre tranquilo y moderado. Por eso, que el PP intente dar una imagen radical de él, es un insulto a la inteligencia.
No solo Feijóo ha perdido los nervios, también lo ha hecho su “nuevo mejor amigo” Puigdemont, que intuye que su final político está cerca. Dió su palabra de que dejaría la política si no era presidente de la Generalitat y todo apunta a ello. Un final necesario para que acabe la depresión política de Cataluña y gane el futuro y la esperanza con Salvador Illa.
Detengámonos y analicemos la situación en Cataluña cuando Pedro Sánchez accedió al gobierno tras la moción de censura. Era muy dura y difícil. Al gobierno de Rajoy el independentismo le había hecho dos referéndums ilegales, una Declaración Unilateral de Independencia (DUI) y el 11 de septiembre de 2018 en la Diada, un millón de personas participaron en una manifestación independentista, según datos de la Guardia Urbana de Barcelona.
¿Qué debería haber hecho Pedro Sánchez ante esa situación? ¿Romper con Cataluña? ¿Utilizar la represión y la dureza como se pedía desde la derecha? ¿Seguir deteriorando la imagen de España en el exterior? Pedro Sánchez lo que hizo fue trabajar a destajo por mejorar la convivencia de Cataluña. Y hoy seis años mejor, nadie podrá negar que la convivencia en Cataluña es infinitamente mejor. Nadie podrá negar que hoy el independentismo se ha reducido considerablemente y que ojalá haya muy pronto un presidente socialista en la Generalitat porque Cataluña lo necesita.
Y mientras tanto, Feijóo pretende destrozarlo todo. Con su discurso duro, sembrando odio y dividiendo a los españoles. Aunque ha quedado demostrado que todas las manifestaciones sobre la “amnistía” que montó, era una gran falsedad, porque ha terminado reconociendo que él hubiese aprobado lo mismo; incluso admitió que el PP negoció con Puigdemont, y han acercado tanto sus posturas que hoy PP y Junts votan juntos en el Congreso.
La última gran mentira de Feijóo es la de la financiación autonómica. Vamos por partes. El PP considera que, a Cataluña ni agua. Aunque eso solo lo dicen cuando están en oposición, porque cuando están en el gobierno, se lo dan todo. ¿Ya no nos acordamos de Aznar y Pujol con el Pacto del Majestic? El PP le dio a Junts la cesión del 30% de IRPF; la supresión de los gobernadores civiles; la transferencia de Puertos de interés general; la Guardia Civil desapareció de Cataluña; les traspasó el INEM y las políticas activas de empleo y aceptó hasta la Ley de Normalización Lingüística, que afectó al uso del castellano en las aulas. ¿Se nos olvidó?
Y ahora está Feijóo, que asegura el concierto económico para Cataluña es un “golpe de estado fiscal”. ¿Por qué nos toma el pelo? ¿Quién pedía un concierto económico para Cataluña en noviembre de 2016? Efectivamente, era Feijóo. ¡Ya está bien de demagogia!
Sigamos. Los que ahora critican la financiación autonómica, son los mismo que callaron cuando Rajoy y Montoro ahogaron a las comunidades autónomas recortándoles financiación, ¿por qué entonces no tuvieron la valentía ni la decencia de criticar nada? Con Rajoy con mayoría absoluta se pudo cambiar el modelo de financiación de las comunidades, pero no quiso hacerlo. ¿Por qué entonces nadie del PP alzó la voz?
¿Qué gobierno ha sido el qué más dinero ha dado a las comunidades autónomas en la historia? El de Pedro Sánchez. Les ha dado 300.000 millones más de lo que les dio Rajoy. ¿Por qué los presidentes de las CC.AA del PP se callan y no lo reconocen? Son unos cínicos y unos hipócritas.
Por cierto, cuando Feijóo habla de que el acuerdo con ERC en Cataluña rompe la solidaridad. ¿De qué solidaridad habla Feijóo? ¿De los 2.400 millones que Ayuso, Moreno Bonilla y los otros presidentes del PP perdonan anualmente a los millonarios, para luego pedir al Estado que se los compense? ¿Se refiere a la gente que se está muriendo en Madrid o en Andalucía por falta de atención médica ante unas listas de espera terribles? ¿Se refiere a los destrozos en educación pública allí donde gobierna el PP, donde se cierran centros educativos, se recortan profesores y se apuesta por las universidades privadas?
¿De qué habla Feijóo cuando habla de solidaridad? ¿Se refiere a contratar como hace Ayuso a empresas sancionadas por dar comida basura en residencias de mayores? ¿Se refiere a no pagar el Bono de Alquiler para Jóvenes como hace Moreno Bonilla tras dos años? ¿Se refiere a los recortes de Ayuso y Moreno Bonilla en la Ley de Dependencia? ¿Se refiere a que, con Moreno Bonilla, Andalucía es líder en pobreza infantil en España? El PP nunca jamás ha trabajado por la solidaridad, sino por hacer más ricos a los ricos y abandonar a los que más lo necesitan. ¡Que no te mientan!
El Gobierno de la nación asegura que el futuro sistema de financiación garantizará más dinero para las autonomías. ¿De dónde saldrá el dinero? Del fortalecimiento de nuestra economía y del empleo en nuestro país. ¿O el PP también duda de que España es hoy el motor económico de Europa y donde uno de cada cuatro empleos que se crea en la UE es en nuestro país?
Y termino, como dice el presidente de gobierno Pedro Sánchez: “Cuando hablamos de la España Constitucional estamos hablando de una España plural que reconoce su diversidad y la de una democracia que integra una y otra vez, y que trabaja por borrar el rencor. Como tantas otras veces en la historia de España le corresponde al PSOE asumir la responsabilidad de tirar del carro y abrir caminos de futuro”.