Con todo, es la forma de hacer política de Hollande la que explica decisivamente por qué la izquierda francesa toca con la punta de los dedos el Palacio del Elíseo. Una forma de hacer política solvente, que huye del eslogan y que propone un camino propio a recorrer por la izquierda en Francia y en Europa. Hollande comparte con Rubalcaba propuestas tales como la imposición a las transacciones financieras internacionales, la equiparación de la tributación de las rentas del capital y el trabajo, el incentivo a la creación de empleo entre los jóvenes, la crítica a unas agencias de calificación cuyo trabajo está hoy descalificado al haber validado la especulación que originó la crisis... Hollande, al igual que Rubalcaba propone a los socialistas españoles, ha dado consistencia al proyecto socialista francés al tiempo que ha trabajado de forma concienzuda por la unidad de todo el PSF.
Los socialistas españoles nos alegramos de las inmejorables expectativas electorales del PSF. Resulta indispensable que ganen proyectos maduros, sólidos y ambiciosos para que la izquierda europea vaya ganando terreno en una Europa mayoritariamente conservadora, que gobierna la crisis como un cirujano de hierro. Resulta urgente que la izquierda vuelva a gobernar la Unión para hacer posible una salida social a la crisis. El socialismo europeo que hoy encarna Hollande, que pronto veremos en Alemania de la mano del SPD y que espero lidere Rubalcaba a partir del 38 Congreso es el cambio que necesitan sus países y Europa. Un cambio seguro, con acreditada experiencia, que haga frente a la actual crisis y construya un nuevo tiempo en Europa fortaleciendo lo que nos ha hecho diferentes respecto a otras áreas geográficas del mundo: el Estado del Bienestar.
Pedro Sánchez fue diputado socialista en el Congreso la pasada legislatura y es profesor de la Universidad Camilo José Cela en Madrid
