En concreto, lo que dice la Guardia Civil, y que recoge hoy el diario El Mundo, es que José María Rodríguez pago a la Gurtel con facturas falsas y por trabajos inexistentes, mientras fue consejero de Interior del Gobierno de Jaume Matas, entre los años 2003 y 2007. Lo que dicen los investigadores de la Benemérita es que esos recibos corresponderían al diseño de los uniformes de la Policía Turística. Un trabajo que, en realidad, nunca se hizo.

Facturas ficticias para financiar el PP balear
El dinero que se pagaba a Gurtel se desviaba en parte después, según los informes de la Guardia Civil, para financiar al Partido Popular de las islas.  Siempre de acuerdo a la denuncia planteada, estas facturas ficticias sobre trabajos fantasma superaría un montante superior al millón de euros.

El pasado mes de abril, El Infiltrado informaba de la peculiar llegada al cargo de Delegado de Gobierno de José María Rodríguez.  Un nombramiento en el que tendría toda la responsabilidad la dirección del PP nacional, que pretendía satisfaciendo la ambición por el cargo de Rodríguez, aprobar un posible fuego en el seno de su partido en Baleares.

Un superviviente en sus peores horas
Según contaron entonces a El Infiltrado fuentes políticas que conocen bien el PP en las islas,  en esos días, previos al Congreso del PP balear,  José Ramón Bauzá estaba protagonizando una ‘limpieza’ en su partido con el fin de eliminar posibles rivales. Muy especialmente entre los llamados ‘pata negra’, el PP tradicional, el que había estado ocupando las poltronas con Jaume Matas. Gente como el alcalde de Manacor, Antoni Pastor, que ya ha sido expulsado, como les contó ELPLURAL.COM, del partido.

Pero su gran rival,  como explicamos entonces, era José María Rodríguez. Un político, insumergible, que, como recordábamos, se inició con Salvador Cañellas y le sobrevivió, se encumbró con Jaume Mata, y le sobrevivió, y era visto con enorme desconfianza por al actual presidente José Ramón Bauzá. Tanto, que pidió a Génova que se lo sacaran de encima. Lo malo para él es que, por la razón que fuera el PP nacional lejos de ‘eliminarle’, lo que hizo fue nombrar a Rodríguez en el puesto para el que él mismo se había propuesto durante los últimos meses tras la llegada de Rajoy a Moncloa: Delegado del Gobierno en Baleares.

Un 'guardián' con mucha información
Como explicábamos entonces, en los medios políticos de las islas se explicaba esta decisión, que era el primer disgusto que Génova se atrevía a dar a Bauzá, en  la ‘mucha información que Rodríguez tiene’, y en los muchos favores que deberían ‘en la corte del Presidente Rajoy’ a este hombre. Ahora, con esta acusación de la Guardia Civil, quizás pueda entenderse mejor el nombramiento, precisamente para este cargo, de José María Rodríguez.