Las dictaduras triunfan con complicidades abiertas y transparentes, como las de las personas que votan a los partidos que cuando alcanzan el poder convierten su ejercicio en dictatorial, y también con la complicidad de los llamados poderes fácticos que, sin haber sido elegidos, actúan como grupos de presión para favorecer agendas ocultas de intereses económicos, religiosos o culturales y modelar las opiniones públicas.
La judicatura, las confesiones religiosas, los ejércitos, la banca, los medios de comunicación... Son poderes de facto que ejercen una gran influencia sobre la sociedad, pero con escasa transparencia si se compara con la exigida a las administraciones públicas.
En las dos décadas y media que llevamos del siglo XXI las plataformas tecnológicas que controlan las redes sociales se han convertido en otro poder fáctico sin apenas regulación y con unos algoritmos opacos, que las blindan ante unas instituciones democráticas incapaces, hasta ahora, de lograr una rendición de cuentas adecuada a su impacto real y de responsabilizarlas de los contenidos que difunden.
Ahora con la consolidación de la Inteligencia Artificial (IA) en todos los ámbitos nos encontramos con otro desafío de proporciones gigantescas. Las herramientas de IA son ya un poder fáctico más importante que los medios de comunicación y las redes sociales.
Como periodista, estoy convencido de la complicidad no explícita de los medios en difundir las burradas de la internacional ultra, y no hacer lo mismo con la actividad de los que se oponen a los líderes populistas como Trump. Por eso he preguntado a dos herramientas de inteligencia artificial (Gemini, de Google; y Grok, de X): ¿Hay oposición en Estados Unidos a las medidas del gobierno de Donald Trump?
Gemini me ha respondido "Ahora mismo no puedo ayudarte con respuestas sobre elecciones y personajes políticos. Me han entrenado para ofrecer la mayor exactitud posible, pero a veces puedo cometer errores. Mientras trabajo para mejorar cómo abordar temas de elecciones y política, puedes intentar usar la búsqueda de Google."
La IA de Google que, según investigaciones universitarias independientes, tiene un sesgo más progresista que otras de la competencia, ha optado por el silencio, por la abstención. Sin embargo, Grok, perteneciente al conglomerado de Elon Musk, ha ofrecido un resumen periodístico de 369 palabras equilibrado, plural e imparcial. Como decía Rubén Blades, "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida."
En la coyuntura actual, los periodistas y sus organizaciones profesionales deberían estar muy atentos para que las agendas de los medios, de las redes y de las plataformas no excluyan o silencien las iniciativas de las organizaciones sociales, sindicales o políticas que se esfuerzan en combatir la involución y la reversión de los derechos humanos alcanzados con tanto esfuerzo. Porque también por omisión se puede ser cómplice de la desinformación, los bulos y las noticias falsas divulgadas por ejércitos de bots e influencers sin ningún código ético.