Leopoldo González-Echenique, nombrado presidente de RTVE con los únicos votos de PP y CiU, ha puesto en marcha en la radiotelevisión pública española una caza de brujas implacable. En muy pocos meses ha procedido al desmantelamiento de unos servicios públicos que no solo se habían ganado a pulso el respeto y el prestigio profesional sino que habían alcanzado altos niveles de audiencia, sin que ello les hubiese obligado a renunciar a su condición de servicio público y, por consiguiente, sin recurrir en absoluto al amarillismo ni al mal gusto. Y todo ello con una línea editorial basada en la información libre y plural, alejada de cualquier tipo de consignas políticas y plenamente desgubernamentalizada.

Como si su único objetivo fuese emular al tristemente célebre senador republicano Joseph MacCarthy, el nuevo equipo directivo de RTVE presidido por Leopoldo González-Echenique no solo ha suprimido de un plumazo a todo el equipo directivo anterior sino que ha ido mucho más allá y se ha cargado a la práctica totalidad de los excelentes profesionales que habían hecho de RTVE un modelo de servicio público de radio y televisión. Esta caza de brujas se ha llevado ya por delante a profesionales como Ana Pastor, Xavier Fortes, José Ramón Lucas, Pepa Fernández, Toni Garrido y muchos más, así como a gran número de cargos intermedios de TVE y RNE que han sido los responsables de una de las mejores épocas de este servicio público. Como supo expresar muy bien Ana Pastor al referirse a su propio cese al frente de “Los desayunos de TVE”, “me han destituido por hacer periodismo”. Y es que el PP y CiU no quieren que en RTVE haya periodistas que hagan periodismo sino propagandistas que hagan propaganda. Lo expresaba también muy bien el periódico inglés The Guardian, que dejó escrito que “los periodistas que han cuestionado la política de austeridad han sido purgados de la televisión y la radio públicas”. Como ha dicho Alfredo Pérez Rubalcaba, “se confirman nuestros peores temores sobre la RTVE del PP”. Y es que el maccarthysmo se ha impuesto en este servicio público, de la mano del PP y con la complicidad de CiU.

Jordi García-Soler es periodista y analista político