Los fenómenos atmosféricos pueden dar lugar a concentraciones iónicas en el ambiente del hogar que pueden tener efectos perjudiciales para la salud. Así, muchas personas muestran síntomas de malestar general, dolor de cabeza, irritabilidad, dolores musculares y óseos cuando se aproxima un frente tormentoso.

Es tanta la sensibilidad a este tipo de fenómenos que muchas personas llegan a predecir la llegada de una borrasca por la aparición de estos síntomas, anunciando que va a cambiar el tiempo mientras sufren los dolores característicos.

El efecto de los iones presentes en el aire al entrar en el organismo determina en buena parte el estado general de nuestra salud. Los iones se generan cuando el átomo del aire se desestabiliza provocando a su vez una pérdida o exceso de electrones. Como resultado los ambientes se pueden recargar con iones negativos, llamados también aniones, o con iones positivos, llamados cationes.

La respuesta de nuestro organismo cuando se aproxima el paso de una borrasca se debe a que las tormentas generan un campo eléctrico de carga positiva, y los iones positivos, a efectos de nuestra salud, son los malos. En cambio, la presencia de iones negativos en el ambiente hogareño o de trabajo ejerce un efecto reparador en la salud.

Del mismo modo, existen muchas otras causas vinculadas con la contaminación ambiental que pueden recargar de iones positivos los ambientes cerrados de las viviendas, provocando molestias en quienes las habitan. Debido a ello en los últimos tiempos se ha puesto de moda la utilización de ionizadores en el hogar o la oficina. Estos pequeños electrodomésticos emiten una carga de iones negativos que logra contrarrestar la concentración de iones positivos en ambientes cerrados y contaminados.

Su reconocida acción benéfica ha llevado a muchas personas a instalar en sus hogares ionizadores que cargan el ambiente casero de iones negativos. El uso de ionizadores se hace recomendable en personas que sufran molestias derivadas de dolencias crónicas como el asma o el reuma, alergias, migrañas y ansiedad.

No obstante, existen expertos que, reconociendo sus virtudes, recomiendan un uso moderado de estos aparatos ya que también generan campos electromagnéticos y aumentan el nivel de ozono troposférico en los ambientes cerrados, por lo que desaconsejan su uso en habitaciones pequeñas ni situarlos junto a los lugares de descanso (sillones, cabecera de las camas, mesitas de noche, etc.)

En todo caso una correcta aireación de la vivienda, abriendo ventanas que provoquen corrientes de aire, ayuda a eliminar los ambientes recargados por iones positivos renovando la atmosfera de manera natural.

Asimismo, es recomendable salir a pasear al menos una vez al día para entrar en contacto con la atmosfera exterior. Una de las causas de la sensación de bienestar que sentimos al pasear por una playa es la presencia de iones negativos en el aire generados por las corrientes marinas.