El Palacio de los Medici pone el telón de fondo a los jinetes del apocalipsis. El titular de la mañana "Los líderes del euro lanzan un plan de estímulo de 130.000 millones" también podría haber sido "El efecto Hollande se hace sentir en Europa" o "Merkel cede ante Hollande". Desde la crítica periodística damos un tirón de orejas a los talleres de Cebrián y a los rotatorios de la Caverna. Ninguno ha sido capaz de ponerle el nombre y apellidos a un titular nacido de la mente de François. En las tabernas de Madrid, cuatro señores de la España de ZP, se preguntan por el cómo se obtendrán 130.000 millones de cash, cuando hace dos semanas ni Obama ni Lagarde consiguieron que la Canciller diera sus brazos a torcer.

La bajada de la "prima de riesgo" en el capitel de la columna derecha sustenta los mimbres de la esperanza. El examen de la banca y la inminente solicitud del famoso "rescate" relajan, en palabras de El País, nuestras púas europeas.

En el fuste de la pilastra quedan esculpidas para el discurso del olvido las nuevas medidas contra el fraude, en la España de las vergüenzas. En la base de la derecha quedan inmortalizadas - en contraste con otras fachadas que han optado por resaltarlas en los tejados de sus portadas- las palabras de Iniesta: "Hemos hecho de lo anormal algo habitual". Palabras sacadas del interior de la entrevista para calentar las emociones encontradas entre los jugadores de Hollande y los "rojos" de Rajoy.

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