Juanfran Pérez Llorca ha logrado lo imposible en política: cabrear con un discurso breve a la oposición al completo pero, al mismo tiempo, también a su socio de Gobierno Vox y a la mitad de su propio partido. Increíble pero cierto. Y es que el nuevo presidente valenciano se ha marcado un discurso de toma de posesión en el que ha pisoteado el legado de su predecesor, el indecente Carlos Mazón, al mismo tiempo que tendía la mano a la oposición y dejaba en la cuneta a Vox para sorpresa de propios y extraños. Como dicen en Valencia, se ha marcado ‘un ni riu ni rambla’ que le va a ser muy difícil de gestionar.

Dicen las fuentes consultadas del PP por ElPlural.com, que parte de la dureza del discurso contra el legado de su predecesor, pues ha llegado a decir que su Gobierno no será sectario, vendría supeditado a que…’el ‘regalillo’ en puesto y dinero a Mazón se habría firmado sin que él hubiera dado el visto bueno, lo que sería el primer palito en la rueda para separar su Gobierno del anterior.

Hervidero de dimes y diretes

De hecho, los pasillos de Les Corts eran un hervidero de dimes y diretes este martes donde, en privado, nadie del PP negaba la guerra interna que se ha abierto con el nombramientos de Pérez Llorca. Muchos ‘mazonistas’ han abandonado el barco, pero como en el Titanic, siempre queda la orquesta que toca hasta el final. De hecho, para aquellos que llevamos más años que un bosque en esto de la política valenciana, nos ha recordado a cuando Zaplana metió a Francisco Camps y, oh sorpresa, la criada le salió respondona. Pues como Camps, Pérez Llorca vendería ahora mismo su alma al mismísimo diablo por conseguir ir de candidato.

En cuanto a la oposición, la que suscribe estas líneas ha podido hablar con alguien del PSPV qua aún no sale de su asombro pues, el nuevo presidente, lo primero que le ha dicho nada más bajar de su toma de posesión ha sido: “Esto va a cambiar”, con respecto a pactos a los que puedan llegar. Y ese viraje no le ha pasado desapercibido a Vox, cuyos diputados estaban a punto de hacerse en directo una niña del exorcista…solo les ha faltado que les girara la cabeza en el hemiciclo con el discurso del nuevo presidente, que no solo ha sido en valenciano, sino que no ha jurado y sí prometido.

Pero todo esto deja a Juanfran Pérez Llorca sobre una línea demasiado fina, pues tiene a medio grupo popular levantándose en armas, un regalo a Mazón que le lastra incluso antes de empezar pero, sobre todo, una remodelación del Consell de la que dependerá su credibilidad con respecto a la ruptura con el Gobierno anterior.

Y esa ruptura tiene nombre y apellido: Susana ‘jopé’ Camarero. Aquí, el nuevo presidente no puede ir con medias tintas. O sigue el legado o se separa. Y si se quiere separar no valdrá solo con quitarle la portavocía a la indecencia hecha portavoz, directamente la tiene que ‘borrar’ del mapa político. Pérez Llorca no puede mantener nada que huela a Mazón y la Dana, y la señora Camarero, no solo ha sido la defensora de la ignominiosa gestión de Mazón, sino que el día de la DANA, era la consellera que debía velar por los ancianos pero decidió que era más importante dejar el Cecopi e irse a dar unos premios.

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