Se cumplen cien días del nuevo mandato de Donald Trump, cien días de miedo, caos y abuso de poder. Aquellos que soñaban que con su llegada mejoraría la economía y la vida de la gente, empiezan a vivir una pesadilla. Trump solo hace política para él y sus amigos; los aranceles son un buen ejemplo: con ellos ha destrozado la economía mundial y el futuro de millones de familias. Todo para que unos cuantos multimillonarios americanos se enriquezcan aún más y las clases medias y trabajadoras se empobrezcan más aún.
Pierde el mundo y gana Trump, quien, con su lenguaje soez disfruta burlándose de los líderes mundiales diciendo: “Me están besando el culo”. Es una vergüenza que, en nuestro país, los “vendepatrias” de Abascal y de Feijóo, prefieran “besarle el trasero” a Trump que defender a España.
Un Abascal cobarde y sumiso traga con los aranceles de Trump, que harán daño al campo y a la industria española. Feijóo, por su parte, trabaja por los intereses de Washington en lugar de defender lo mejor para nuestro país, acatando las órdenes de Aznar.
Abascal ha traicionado a España. Presume de su “amistad” con Trump, y justifica los aranceles que castigan al campo español y que supondrán pérdidas millonarias para nuestros agricultores y ganaderos. Entre Trump y España, Abascal lo tiene claro: ha elegido a Trump. Pues que lo vote Trump.
Santiago Abascal está escondido; no da la cara. Lleva semanas sin aparecer ni en el Congreso ni ante los medios. Su excusa es que está de permiso por paternidad, pero sí va a cumbres ultras con Steve Bannon y Orbán. Mientras, sus votantes ven cómo el vino, el aceite, la leche y los cítricos pagan la factura de su silencio.
La base electoral de la ultraderecha en España está en el medio rural, muy amenazado por los aranceles de Trump. Ante este escenario, ¿va a tener Abascal la desvergüenza de ir al campo de Andalucía y Extremadura? ¿Qué les dirá ahora a los agricultores y ganaderos españoles?
¿Hay alguna estimación del impacto de los aranceles de Trump en el campo español? Se maneja una cifra de 900 millones de euros al año. Pero Vox no protesta, Vox se calla. Abascal es un traidor al campo español. Que te vote Trump.
Pero Feijóo no se queda atrás y sigue poniendo excusas para no apoyar al Gobierno. Sr. Feijóo, esto está muy claro: o está con el campo español, con nuestros agricultores y ganaderos, o está con los aranceles. O está con las pymes, las empresas, la industria y los trabajadores españoles, o está con los aranceles.
Más claro aún: señor Feijóo responda. ¿Está de acuerdo o no con que el Gobierno de Sánchez destine más de 14.000 millones para ayudar al campo español y a proteger a las empresas amenazadas por los aranceles? ¿Sí o no? La respuesta es fácil. Lo que no está tan claro es su apoyo a España.
El Gobierno ha hecho todo lo posible para alcanzar un acuerdo con el PP en este tema. De hecho, antes de aprobar el Real Decreto-Ley de ayudas incluyó propuestas suyas, pero esto a Feijóo le da igual, porque solo busca excusas para votar en contra.
Y miente. Feijóo siempre miente. Lo que se ha aprobado son ayudas a las empresas por los aranceles. No es ningún reparto arbitrario de ayudas a comunidades. Por cierto, Cataluña, con Illa a la cabeza, ha destinado 1.500 millones en ayudas. ¿Cuántas comunidades del PP han hecho lo mismo?
Frente a todo ello, Pedro Sánchez siempre está y nunca se encoge. Cuando hay un problema, el presidente trabaja para buscar soluciones. Cuanto más lo critican PP y Vox, más se crece. No pueden con él.
El Gobierno de Sánchez ha lanzado un Plan con 14.100 millones en ayudas para responder a los aranceles de Trump. De ellos 7.400 millones serán de nueva financiación y los restantes 6.700 de instrumentos financieros de apoyo a la internacionalización.
A este Plan se añade su visita a China para abrir nuevos mercados al sector primario español y paliar los daños provocados por Trump. A Feijóo ese viaje no le ha gustado. Quizás prefería que los agricultores y ganaderos de nuestro país se hundieran en la miseria.
El viaje a China de Pedro Sánchez le ha salido muy bien. Y se nota por lo mucho que rabian Feijóo y los suyos. De hecho, China sitúa a España a la “vanguardia” de sus vínculos con los países europeos y destaca que la vista del presidente español es una oportunidad para profundizar la confianza estratégica mutua y expandir la cooperación.
Sánchez ha jugado fuerte y ha defendido el acercamiento a Pekín en plena crisis con EEUU. El presidente chino ha agradecido el gesto y ha concluido que “cuanto más turbulenta sea la situación internacional, más importante será tener buenas relaciones con España”.
¿Por qué a Feijóo no le ha gustado la vista de Pedro Sánchez a China si ellos han ido otras veces y nunca pasó nada? Feijóo en 2017 volvió muy satisfecho de un viaje Pekín y como presidente gallego abogó por seguir trabajado con el país asiático. En 2013 fue María Dolores de Cospedal y firmó un pacto con el Partido Comunidad de China, siendo el único partido español que lo ha hecho. ¡Y no se le cayeron los anillos!
Son unos hipócritas. Moreno Bonilla también fue a China el verano pasado y hace menos de un mes recibió al embajador en San Telmo, pero ahora cuestiona que el presidente del Gobierno viaje a China. Es un cínico. Por cierto, los presidentes de la Comisión Europea y el Consejo Europeo, Ursula von der Leyen y António Costa, irán en julio a reunirse con Xi Jinping. ¿También los criticará el PP?
Feijóo dice que no sabe el contenido de los acuerdos con China. Pues podría haberse metido en la página web de La Moncloa para verlos. Se han firmado siete acuerdos para facilitar la venta de distintos productos alimentarios, sanitarios y cosméticos españoles a China, además de aumentar la colaboración cultural, científica y educativa.
Mientras tanto, el Ejecutivo de Sánchez no renuncia a negociar con EE.UU. ni va a romper relaciones con este país, a pesar de las amenazas arancelarias. De hecho, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha visitado recientemente Estados Unidos.
Las críticas de Feijóo no cuelan. Lo que sí debe aclarar es si va a ponerse al lado de nuestro país o va a seguir boicoteando todo. Si va a seguir apoyando a Abascal o se va a poner al lado de España. Todavía está a tiempo. Porque los ciudadanos no entienden votar a partidos que apoyan a quien te maltrata y te destroza económicamente.
