De nuevo, los ciudadanos estamos atrapados en una situación lamentable a causa de los designios del presidente del Gobierno. Cada día da lecciones de dignidad, como si fuera una de sus virtudes. La última con el desastre de las pensiones.

El Ejecutivo de Mariano Rajoy, armado con su mayoría absoluta, acometió en 2013 un rediseño del sistema sin el consenso de la oposición política ni el acuerdo de los agentes sociales. Un elemento denominado factor de sostenibilidad es la clave de esta reforma. En pocas palabras, frente a las aseveraciones triunfalistas con la ministra Fátima Bañez al frente, las pensiones irán bajando año tras año frente a las cuantías iniciales, según los expertos, incluida la OCDE. Como primer aviso a navegantes, y antes de que el asunto comience, la subida de este año, anunciada por carta personal a cada español con derecho a pensión, ha sido de un irrisorio 0,25 por ciento.

Todo un logro para un presidente que ha conseguido agotar la Caja de la Seguridad Social mientras proclama a los cuatro vientos que ha logrado que en nuestro país los jubilados puedan sentirse tranquilos y contentos. Una vez más, este señor llamado Mariano Rajoy Brey ha mostrado su perfil mentiroso. Y con ello ha conseguido que abuelos y abuelas salieran a las calles de España, y que catalanes, andaluces, extremeños… personas de todas las Comunidades Autónomas, clamaran juntos “hasta aquí hemos llegado”.

Hablamos de un líder político que intenta evitar meterse en líos, pero los provoca con sus acciones o con su “gran visión de futuro”. Recordemos, por ejemplo, cuando refiriéndose al antiguo presidente de la Diputación de Castellón, Rajoy afirmó rotundo en 2008: "Fabra es un ciudadano y un político ejemplar”. Carlos Fabra fue cazado por la justicia y agraciado con cuatro años de prisión, como se sabe.

El PP ha demostrado un interés insaciable por el dinero público.

Pues esto sigue en esa línea. Fabra ya no es un gran hombre y los pensionistas no están tranquilos. El presidente del Gobierno maltrata a los mayores y estoy seguro de que es incapaz de mirarles a los ojos. A Marianito le importan un bledo. “Contra las pensiones de la miseria”, denunciaban en manifestación las buenas gentes que pasan apuros para llegar a fin de mes. “¡Basta ya!”

El presidente debería abandonar ya la poltrona. Porque no puede negar que miraba, no se conoce aún si de frente o a otro lado, como muchos de sus amigotes se llevaban la pasta. El PP ha demostrado un interés insaciable por el dinero público que se ha traducido en un saqueo generalizado. Por supuesto hay personas honradas que no han caído en el saco de los ladrones. Otros -demasiados - han seguido la tónica de “a vivir que son dos días”. De ese modo le han convertido en un malvado. Probablemente no lo sea, pero lo parece cada día más y más, y más. “¡Mariano Corleone!” gritaban los pensionistas. Eso lo dice todo.