Los coches eléctricos cuentan actualmente con una cuota de mercado en España del 0,2%, una cifra extremadamente baja que, sin embargo, no para de crecer. Esta tendencia debería incrementarse todavía más a lo largo de los próximos años dados los todos los beneficios que supone la circulación con un vehículo de este tipo, tanto para el usuario como para el medio ambiente. No obstante, hay una cuestión que los convierte en automóviles muy peligrosos para los peatones, y esa es la baja rumorosidad de su mecánica.

A pesar de que se debe vigilar cuidadosamente una maniobra en la que se está tan expuesto, muchos viandantes al cruzar la calzada se guían por el oído, sentido al que, sumando el ruido de la calle, le es imposible distinguir la proximidad de un coche eléctrico. Por eso, desde su aprobación en 2010, la ley que obliga a este tipo de vehículos a contar con un sonido adicional que indique su presencia a baja velocidad comenzará su vigencia a partir del próximo 1 de septiembre de 2019. Así las cosas, todos los automóviles con motor eléctrico -y que pesen menos de 4,5 toneladas- deberán ´hacer ruido´ cuando circulen a menos de 30 km/h, tanto hacia adelante como marcha atrás.

Eso sí, el anuncio de esta medida ha corrido a cargo de la Administración Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos -NHTSA. En el viejo continente está planeada la implantación de la misma para el 1 de julio de 2019 después de haber sido aprobada por el Parlamento Europeo. Lógicamente, el sistema no será desconectable, y es que actualmente hay modelos eléctricos que lo incorporan, pero es posible desactivarlo. Con ello se planean reducir una media de 2.400 atropellos a peatones solo en Estados Unidos.