Uno de los efectos del cambio climático y de la polución es el incremento de algas en depósitos de agua salada como lagos y estanques. Esta proliferación acaba con el oxígeno del agua lo que provoca la muerte de los animales. Y además contribuye a uno de esos fenómenos de “retroalimentación positiva” tan desgraciadamente frecuentes. A más algas más emisiones de CO2 a la atmósfera.

Una empresa que extrae algas

Ahora dos empresas se han aliado para encontrar una curiosa solución a este problema. Por un lado tenemos a Bloom. Se trata de una empresa estadounidense especializada en la producción de espumas. En principio parece una industria poco amiga del medio ambiente, pero no en este caso. Uno de los último proyectos de la compañía es la creación de una nueva espuma desarrollada a partir de algas. El proceso no puede ser más perfecto. Al mismo tiempo que se filtran aguas de lagos y estanques para eliminar las algas se evita tener que emplear derivados del petróleo en la producción de estas espumas. Además, la empresa, tiene su base en Mississippi. Una auténtica mina de algas.

Y otra que las convierte en zapatillas

Bien, ya tenemos la espuma. ¿ahora qué hacemos con ella? A otra empresa, en este caso británica, se le ha ocurrido la brillante idea de fabricar unas zapatillas que califican de anfibias. Vivobarefoot es una compañía especializada en calzado. Hace unos meses se pusieron en contacto con Bloom para interesarse por su espuma a base de algas. Y se pusieron manos a la obra para diseñar unas zapatillas elaboradas a partir de este material. El diseño puede ser más o menos discutible, es cierto. El color, pues también, no nos engañemos. Pero lo relevante es que con cada par de zapatillas se consigue eliminar las algas de más de 150 litros de agua. Y se evita que más de 40 litros de CO2 se emitan a la atmósfera.