TVBoy es un artista urbano nacido en en Palermo (Sicilia, en 1980), pero afincado en Barcelona, en cuyas obras se reconcilian rivales futbolísticos y políticos, se denuncia el drama de los refugiados, se critica el cambio climático o se defiende los derechos de la comunidad LGTB, aunque toda su obra la atraviesa, transversalmente, la vocación de denunciar cómo funcionan las dinámicas del poder.

Así, ha pintado,  besándose,  a  Pedro Sánchez y Pablo Iglesias; ha convertido en santo al director y fundador de la ONG Proactiva Open Arms, Óscar Camps; ha caracterizado a  Franco como  Frankenstein; ha juntado al Papa Francisco con Trump; y durante la pandemia, le dedicó un mural a los sanitarios. También han sido protagonistas de sus obras Rosalía o Greta Thunberg,  los incendios de  Australia,  o los pactos  de  ERC y PSOE. También ha retratado el conato de adiós de Messi y la marcha al extranjero del Rey Juan Carlos.

Su obra se ha expuesto en Roma, Milán, Barcelona, Madrid, Berlín, Munich, Copenhague, Londres, Miami o Las Vegas. El nuevo libro que le dedica Lunwerg, Tvboy: la calle es mi museo, es, además de un catálogo artístico cuidadosamente editado y que recopila fotos de algunas de sus creaciones, una reflexión que firma el propio autor sobre su trabajo y sobre cómo ha cambiado el culto a los iconos: de las figuras religiosas pasamos a los músicos, los futbolistas y a los influencers.

También reflexiona sobre el valor del arte urbano, que, siendo efímero, puede llegar a  millones  de  personas  gracias  a  las redes sociales, y que defiende como una de las artes más democráticas, porque convierte los muros y calles de todo el mundo en galerías de arte accesibles a cualquiera. Además, su naturaleza popular plantea escenarios diferentes para el arte, porque no necesita al comisario o al crítico para lograr un espacio desde el que interpelar directamente al espectador.

TVBoy repasa las primeras expresiones artísticas sobre una pared, como las cuevas de Altamira, las pintadas en los foros de la antigua Roma o los lemas y carteles que inundaron el barrio latino de París durante el Mayo del 68. Analiza el germen del Street art como nuevo movimiento que  eclosionará, sobre  todo,  en  el  último  tercio  del siglo  XXI. Es entonces  cuando  la  idea  de  usar  las  calles  y  su  mobiliario como  lienzo, sin censuras, empieza a reconocerse como arte, un género artístico donde la reivindicación y la protesta son protagonistas.