Europa ha reaccionado a la destrucción que está infringiendo el gobierno de Polonia en uno de los últimos grandes bosques vírgenes de Europa, los bosques de Puszcza Bialowieska. En 2007, la Comisión Europea aprobó, sobre la base de la Directiva sobre los hábitats, la designación de este espacio como lugar de importancia comunitaria, basándose en la presencia de hábitats naturales y de hábitats de ciertas especies de animales y de aves cuya protección es prioritaria. Constituye, para la Comisión, una “zona de protección especial” de aves, y uno de los bosques naturales mejor conservados de Europa, que se caracteriza por grandes cantidades de árboles centenarios.

Una gestión forestal dudosa

Con el pretexto de realizar una “gestión forestal”, el gobierno polaco autorizó en 2016 una tala que infringe “el Derecho de la Unión Europea”, según detalla la decisión publicada el 17 de abril por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Aquella gestión nació de la propagación del Ips typographus, por la que se autorizó una explotación de madera a un ritmo tres veces superior al precedente.

La decisión del Tribunal hace prosperar así la denuncia presentada por la Comisión Europea y diversas organizaciones de conservación de la naturaleza, y podría implicar la imposición de multas millonarias a Polonia, al entender que las autoridades polacas no se habían cerciorado de que esas operaciones de gestión forestal no perjudicaban la integridad del lugar Natura 2000 Puszcza Białowieska.