Según datos de una encuesta realizada por la Sociedad Española de Neurología (SEN) en 18 hospitales de once Comunidades Autónomas españolas, el número de ingresos por ictus se ha reducido hasta en un tercio a raíz de la declaración del Estado de Alarma, y eso ha llevado a la SEN a recordar que, pese a la situación actual, es importante que los pacientes no demoren su llegada al hospital por miedo a utilizar los servicios de urgencia.

La SEN recuerda que un solo síntoma de ictus es una urgencia, por lo que ante la primera sospecha es necesario llamar inmediatamente al 112 o al 061, o en caso de que la actual situación no permita el contacto con este servicio, acudir rápidamente al hospital, aunque los síntomas desaparezcan a los pocos minutos.

Y los principales síntomas del ictus son: pérdida de fuerza repentina de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo; trastorno repentino de la sensibilidad, sensación de “acorchamiento u hormigueo” de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo; pérdida súbita de visión parcial o total en uno o ambos ojos; alteración repentina del habla, dificultad para expresarse y ser entendido por quien nos escucha; dolor de cabeza súbito de intensidad inhabitual y sin causa aparente; sensación de vértigo, desequilibrio si se acompaña de cualquier síntoma anterior.

De acuerdo con los datos de SEN, en el mes de marzo se pudo reducir hasta en un tercio el número total de ingresos por ictus con respecto al mes anterior. El dato debe analizarse teniendo en cuenta el descenso en el número de asistencias del que también alertaba hace unos días la Sociedad Española de Cardiología (SEC) en el caso de los infartos.

La SEN insiste también en que durante el confinamiento sigue siendo recomendable llevar a cabo hábitos de vida saludables para reducir el riesto de ictus: ejercicio moderado, dieta sana y equilibrada, que todos los pacientes con factores de riesgo vascular (hipertensión, diabetes, colesterol, obesidad) sigan realizando un control estricto de sus valores y que no dejen de tomar los tratamientos indicados.

El ictus es la segunda causa de muerte en España (la primera en mujeres), la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda de demencia. Según datos de la Sociedad Española de Neurología, cada año 110.000-120.000 personas sufren un ictus en España, de los cuales un 50 % queda con secuelas discapacitantes o fallecen. La atención neurológica urgente y el tratamiento adecuado en Unidades de Ictus pueden reducir las consecuencias más devastadoras de esta enfermedad.