Las cosas en las que nos entretenemos, sobre todo en verano, son cosa nuestra. Si nos da por colocar centenares de miles de fichas de dominó para crear una enorme reacción en cadena somos libre de hacerlo. Ahora, tengamos en cuenta que en verano hay muchas moscas.

Fichas diminutas

Hasta en Alemania, que cualquier diría que el Sol y las moscas son cosa de España. Pero al país germánico también llegan. Y una de ellas ha frustrado el récord del mundo de efecto dominó que trataban de establecer en la ciudad de Hesse.

Como hacer un récord de este tipo de forma convencional está muy visto, el quipo encargado decidió añadirle algo de dificultad. Las fichas tenían un centímetro de alto aproximadamente. Y así, con todo el entusiasmo del mundo y el tiempo que dan las vacaciones, comenzaron a colocar una a una las más de 600.000 piezas diminutas de dominó que tenían como objetivo.

Nada menos que 20 personas llevaban casi un mes preparándolo todo. Colocando cada pieza con mimo y el pulso de un Ninja. Se iban acercando a su objetivo cuando ocurrió la catástrofe.

El vuelo de una mosca

Simplemente una mosca común decidió posarse sobre una de las piezas. Se puede imaginar el sudor frío de los participantes mientras veían al insecto volador frotarse las patas en la pieza. Y cuando echó a volar, el mero impulso e las patas y el aire de las alas fue suficiente para derribar la ficha. Pero claro, hablamos de una reacción en cadena. Con esa ficha cayeron unos cuantos miles de fichas más.

El equipo encargado de batir el récord admitió que ya no tenían tiempo para volver a ubicar todas las pequeñas fichas en su lugar al mismo tiempo que se proveían de un buen insecticida. Como consuelo les quedará el haber sido las personas que más fichas de dominó han colocado. Casi 600.000.