Fue Benedict Brain, un fotógrafo colaborador habitual de la agencia AP, quien ideó, en 2016, el concurso de la Fotografía de la Patata del Año, inspirándose en la imagen de una patata de Kevin Abosch. En el jurado han estado Nigel Atherton, Martin Parr, Paul Hill, Amy D'Agorne o Angela Nicholson, y el precio de venta de la mejor foto de patata ha llegado a alcanzar el millón de dólares. Todas las ganancias de la competición se destinan a la organización benéfica Trussell Trust, que tiene como objetivo acabar con la necesidad de bancos de alimentos en Reino Unido.

La fotografía ganadora de este año es del artista francés William Ropp, y de ella el jurado ha dicho: “Hay algo extremadamente maravilloso y extraño en este trabajo. La fusión de vegetales y animales crea un extraño retrato de la comida cotidiana que consumimos. El hecho de que la imagen se haya tomado con una cámara polaroid y solo con una linterna es un gran mérito para la habilidad del fotógrafo”.  También que "hay un elemento maravillosamente surrealista en esta imagen con matices oscuros pero también un toque de humor. Una combinación interesante que, tal vez, habla de la época en la que vivimos. Ha sido ingeniosamente concebida y ensamblada usando técnicas analógicas”.