Entornos urbanos mejorables que hacen que la los vecinos de los barrios se unan en busca de mejoras en terrenos como el desempleo, acceso a la vivienda o educación. Hace décadas que los movimientos vecinales están activos y dentro de la legalidad en las ciudades europeas, son ya tradicionales. Pero, como la mayoría de los ámbitos de nuestra vida, el uso de la tecnología ha cambiado sus métodos y morfología. Así, el uso de bancos de datos abiertos se ha convertido en una herramienta de trabajo fundamental para ellos.
En Knowle West, un barrio de la ciudad británica de Bristol, más de 500 personas aguardan en una lista de espera para poder acceder a una vivienda pública, mientras que el elevado precio del suelo impide que muchos vecinos de la zona puedan comprar una nueva residencia. “Tenemos un problema de vivienda”, explica en una entrevista con la Agencia Efe la directora del Knowle West Media Center, Carolyn Hassan, quien ha optado por recurrir a las nuevas tecnologías para conseguir que los vecinos se involucren y aporten su punto de vista para combatir este fenómeno.
El proyecto We Can Make permite a los ciudadanos participar a través de Internet en el diseño de nuevas viviendas, que se ubicarán en micro parcelas y jardines del barrio, de forma que su construcción responda a las propias necesidades de la población y a su poder adquisitivo. “Tenemos que usar la tecnología para crear casas que la gente pueda usar durante mucho tiempo”, señala Hassan, quien recuerda que la primera vivienda de estas características ya está operativa y abierta a todo el público.
Es uno de los proyectos que Hassan ha presentado a expertos europeos reunidos en el Centro Etopia de Zaragoza, y que, junto con su iniciativa para controlar la calidad del aire a través de sensores medioambientales, reflejan la importancia de incorporar el tráfico de datos en los proyectos comunitarios.
Hassan reconoce efectos negativos en el uso indebido de Internet, especialmente entre los más jóvenes, que son más susceptibles de aislarse de la sociedad y que suben más información a las redes sociales. “Tenemos que tomarnos la seguridad y la privacidad muy seriamente”, añade la directora del Knowle West Media Center, quien aboga por educar a la población en la importancia de seleccionar muy bien cuándo se comparten los datos personales.