Solo con agua, con agua y frotando con las manos, con un trapo, con lejía alimentaria… Y luego, ¿hay que secarlas? No parece haber consenso sobre la forma más conveniente de lavar manzanas, y sin embargo es una tarea importante porque, a menos que sean de cultivo ecológico, probablemente las manzanas que compremos las habrán rociado con insecticidas sintéticos.

A menos que sean orgánicas, probablemente las manzanas hayan sido rociadas con insecticidas sintéticos. Un grupo de científicos estadounidenses han probado tres estilos de lavado de manzanas diferentes para hallar el idóneo. Lavaron manzanas orgánicas de la variedad Gala con el fungicida Tiabendazol y el insecticida Fosmet, ambos aprobados por la EPA (Agencia Ambiental de Estados Unidos) para su uso en manzanas, y dejaron que la fruta reposara durante 24 horas. Luego lavaron cada manzana con agua corriente, una solución de lejía alimentaria de marca conocida en Estados Unidos, y una solución de agua con 1% de bicarbonato de sodio. Por último, enjuagaron cada manzana con un lavado final de entre dos y ocho minutos.

Después de dos minutos, el bicarbonato de sodio había eliminado más pesticidas que los otros dos métodos, aunque detectaron que se habían filtrado a través de la piel de manzana pequeñas cantidades de pesticida, por lo que incluso lavar bien la fruta no evitará que tenga bajos niveles de exposición química.

Por tanto, aunque el Tiabendazol y el Fosmet pueden ser tóxicos en cantidades muy grandes, son seguros para el consumo humano en los niveles en los que generalmente se usan para el cultivo de manzanas de acuerdo con la EPA. Pero si se desea minimizar su exposición, de acuerdo con el estudio, lo ideal es lavar la manzana con una mezcla de una cucharadita de bicarbonato de sodio por cada dos tazas de agua. Pelarlas también funciona, por supuesto, aunque los niveles traza de productos químicos se habrán introducido en la fruta misma.