Hola, amigos. Bienvenido a un nuevo capítulo de nuestra serie favorita “Las cosas de Elon Musk”. Esa serie que capítulo a capítulo nos muestra los delirios tecnológicos del magnate norteamericano. Un día puede que sean realidad, pero hoy son solo imágenes en 3D. En el capítulo de hoy “Elon Musk llega a Marte”.

Un nuevo capítulo

En realidad “Elon Musk tiene la idea de llegar a Marte” que es como empiezan todos sus proyectos. Que luego se hagan realidad es algo sujeto a muchos elementos. Pero como siempre, no hay detalle que se deje al azar. Al menos sobre el papel. O sobre el diseño digital, mejor dicho. De nuevo, la idea se presenta con todo lujo de detalle audiovisual. Vídeos, imágenes generadas por ordenador, animaciones futuristas. Todo eso puede verse en la página del proyecto y en el documento adjunto. Quizá decir que todos los detalles están contemplados es tan ambicioso como sus ideas. Porque en el documento sí existen datos, pero realmente hay elementos importantes que no se definen. Y llevar humanos al planeta rojo y establecerlos allí seguro que supone una buena serie de retos tecnológicos y técnicos que no están del todo definiditos. Sí podemos ver el tanque de combustible. Una enorme garrafa de oxígeno líquido con un volumen de 1000 metros cúbicos a 2,3 atmósferas de presión.

Big Fu**ing Rocket

Pero lo mejor de todo es el diseño de las naves. Una especie de proyectil. El desarrollo modernizado de aquellos transbordadores de finales del siglo pasado que, como se puede ver, cautivaron a toda una generación. El BFR como lo ha bautizado. Las siglas de Big Fucking Rocket, perdón por nuestro francés. Un cohete del que aseguran que se han hecho ya decenas de test satisfactorios y que tiene una gran ventaja. Musk sabe que vivimos en la era del ahorro y la reutilización. Y esa es la gran baza. El BFR se recupera y puede ser utilizado una y otra vez, como un avión. Todavía menos explícito es el asunto de cómo colonizar Marte. Solo un par de charts para describir que hasta 2022 las misiones serán de transporte de materiales y que en 2024 ya habrá viajes para llevar tripulantes. Y luego unos bonitos diseños en 3D de cómo será la base marciana. Puro producto de una imaginación poderosa… y desbocada.