Kew Gardens, el mayor jardín botánico británico, celebra su 260 aniversario. Declarado Patrimonio mundial de la Humanidad por la UNESCO en 2003, con cien hectáreas de extensión y, según datos de la Agencia EFE, con cerca de dos millones de visitantes al año.

Su origen está en el pequeño jardín que creó la princesa Augusta, madre del rey Jorge III, que pronto se convirtió en uno de los parques botánicos más importantes del mundo. Dado el interés que suscitó, en 1840 se abrió al público.

Los jardines albergan el Kew Palace, el edificio más antiguo del complejo que fue la casa de verano del rey Jorge III durante el siglo XVIII, la Gran Pagoda (que ha sido restaurada recientemente) o el herbario en el que se almacenan 7 millones de especies botánicas y ejemplares de lugares de todo el mundo que datan de hace más de 100 años. En el campo científico, los jardines cuentan con alrededor de 300 empleados cuyo trabajo se extiende a más de 100 países.

“La importancia de Kew Gardens reside en la enorme riqueza de la colección de plantas y hongos, el banco de semillas, el herbario y los archivos de la biblioteca, una gran riqueza de información del mundo natural de hace 260 años”, ha dicho a Efe Sharon Willoughby, jefa de Interpretación de Kew Gardens.