Si viéramos uno solo en apuros se nos rompería el corazón y seríamos capaces de detener las emisiones de todas las fábricas del planeta. Un divertido, simpático y entrañable delfín mular que sufre. ¿Qué puede haber más enternecedor que eso?

Pues miles de ellos en las mismas circunstancias no están generando la misma respuesta. En concreto, nada menos que el 12% de su población. El porcentaje de los que han desaparecido desde 2011.

Ahora un equipo de investigadores ha determinado el acelerado ritmo al que han ido desapareciendo miles de cetáceos. En concreto analizaron sus poblaciones cerca de las costa australiana. En uno punto concreto, Shark Bay, los científicos han comprobado que la temperatura de las aguas está subiendo de forma espectacular en los últimos años. 

Hasta 4 grados

Según sus cálculos, desde 2011, las aguas de la zona se han calentado por encima de los 2 grados centígrados, llegando a momento de un alza de hasta 4 grados. Eso ha afectado radicalmente a la cadena trófica.

Hasta el 90% de las algas de la zona han muerto o ha sido sustituidas por otras. Otras en las que no pueden vivir las formas de vida autóctonas. Y ahí empieza el problema que acaba con los delfines. Muchas de las especies de peces de las que se alimentan también han descendido alarmantemente. 

Son datos importantes y fiables. Los investigadores llevan desde 2007 estudiando las poblaciones de delfines mulares de la zona, como síntoma de la salud de todo el sistema. Ahora no tienen dudas de que su descenso está relacionado con el cambio climático. En concreto con el alza del número de abortos y muertes de recién nacidos e incluso la fertilidad de los adultos, al ralentizar o eliminar la ovulación de las hembras.