La cadena suiza de supermercados Coop ha comenzado a vender albóndigas y hamburguesas hechas de insectos. Esta es la primera vez que se considera legal en Europa, un continente más acostumbrado a la carne, las salchichas, las aves y el pescado como fuente de proteínas.

Según Coop, el objetivo es convencer a los consumidores recelosos para que prueben una comida nutritiva, aunque inusual, que "preserve los recursos del planeta"

Gusanos de la harina en la composición

Alrededor de un tercio de la hamburguesa son larvas de gusano de la harina. Una hamburguesa que pesa 100 gramos (3,5 onzas) tiene alrededor de 10 gramos de proteína en ella, aproximadamente la misma cantidad que se encuentra en una hamburguesa normal de tamaño infantil. [caption id="attachment_12881" align="alignnone" width="550"] Foto: Rasbak CC BY-SA 3.0, Wikimedia[/caption]  

Por ahora sólo se vende en siete de los 2.500 establecimientos que tiene la cadena en Suiza.

Es la primera vez que un estado ha autorizado el consumo humano de insectos de una manera tan firme y explícita en Europa. Hasta ahora, los insectos se podían encontrar en tiendas de Bélgica, Gran Bretaña, Dinamarca y los Países Bajos, debido a un "vacío legal" en las normas de la Unión Europea. Ahora la nueva legislación que entrará en vigor en enero facilitará el camino para que las hamburguesas de insectos puedan venderse en toda la UE  

Ese sabor crujiente de los insectos.... yum!

Quienes han probado la hamburguesa en sí dicen que tiene pequeñas manchas blancas de arroz dentro, con trazas de zanahoria, pimentón, chili en polvo y pimienta. Al morderla, los principales sabores que salen son las especias. La textura es curiosa, afirman, es un poco como un falafel de carne con un crujido.

En muchos países de Asia o en el mismo México con los chapulines, el consumo de insectos se ve con normalidad, pero no así en Europa.

Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha promovido los insectos como una fuente de alimento humano, diciendo que son sanos y ricos en proteínas y minerales. La agencia dice que muchos tipos de insectos producen menos gases de efecto invernadero y amoníaco que la mayoría de la ganadería —como el metano del ganado— y requieren menos tierra y dinero para cultivar.