Y no es bueno. Las cigüeñas, como otras aves, se ven amenazadas, por ejemplo, por cables que podrían estrangularlas, incluso por boicots de vecinos que no quieren que aniden en los tejados de su entorno. Pero el plástico también resulta problemático. Así lo ha detectado SEO/BirdLife , que recientemente alertaba de que en un nido de cigüeñas de Alcalá de Henares (una de las ciudades con más nidos de cigüeñas de Madrid, con 130 parejas, y en aumento progresivo en el último cuarto de siglo tras años en declive) la madre tapó a las crías con una bolsa de plástico, con los peligros que eso entraña.

Adictas a la comida basura

A menudo, las cigüeñas reocrren más de 100 kilómetros, en invierno, para localizar arrozales y también basureros, para no tener que emigrar al África subsahariana, para volver, según el refrán, “por San Blas” (el 3 de febrero). De lo que tratan es de comer en esos basureros, pero tragarse ciertos plásticos podría resultar peligroso. También la utilizan como material de construcción de sus nidos. Los investigadores temen que el cierre de los vertederos, según requieren las directivas de la Unión Europea (UE), tenga un impacto dramático en las poblaciones de la cigüeña blanca. https://www.youtube.com/watch?v=Drv9nXGi4pE