Juicio Gürtel: la declaración de Correa

Francisco Correa niega que José Luis Peñas, denunciante de la trama, le pidiese dinero a cambio de no revelar las grabaciones. Pero muestra su decepción por la "maldad" de Peñas, a quien su hija llamaba "tío Pepe" y quien estuvo "dos años viviendo en mi casa mientras me estaba grabando para denunciarme. No hay palabras para describir eso".

Correa asegura que estuvo apoyando a los dos concejales del PP en Majadahonda cuando el partido les expulsó "por mantener una posición contraria que yo apoyaba. Yo desde que era pequeño siempre apoyé las causas nobles", asegura. Y cuenta que les pagaba 3.500 euros al mes y 7.000 en la extra de Navidad para que pagaran sus hipotecas y montaran un partido en Majadahonda.

La fiscal ha preguntado a Correa por la finalidad de tener las cuentas en Suiza, ante lo que el empresario ha afirmado que "yo tenía fondos en Suiza, por no tenerlos en España". La fiscal ha insistido en si la finalidad era la opacidad que ha mencionado anteriormente. "Efectivamente", ha dicho Correa, que se ha mostrado tajante.

El cabecilla gürteliano ha indicado que el dinero que recibía de los empresarios (las mordidas) se las entregaba en efectivo a Antonio Villaverde "para que los ingresará en Suiza".

Tras un receso para la comida, el cabecilla de la trama Gürtel se sienta de nuevo en el banquillo para seguir contestando las preguntas de los magistrados. ¿Seguirá tirando de la manta? Enseguida lo sabremos. 

Según ha explicado Correa, era Isabel Jordán la encargada de llevar los asuntos y las relaciones con la Comunidad de Madrid.

En la segunda parte de su interrogatorio, Correa ha asegurado que tuvieron “un problema de orden empresarial interno” con ella, la que era la secretaria de las empresas usadas por Correa para a que formar la trama Gürtel.

El cabecilla de la trama ha asegurado que se marchó de su entramado empresarial porque “tuvo una actitud poco correcta” por incurrir en unos gastos no justificables de las tarjetas que la empresa le había dado. “Al final descubrimos unos gastos que no eran los correctos” y por ello dejó la compañía.

El cabecilla de la trama Gürtel, entre confesión y confesión, no ha dudado en contar literatura, anécdotas y en remontarse al principio de los tiempos para cavar explicando algo que no lleva a ninguna parte.

“Quiero esclarecer todo”, ha dicho para justificar que sus respuestas sean extremadamente extensas. Ha pedido permiso a la sala y a los magistrados para contar estas anécdotas porque no quiere dejarse ningún detalle. 

“Yo no he perseguido a nadie ni soy ningún mafioso a pesar de que digan por ahí que me llaman Don Vito”, ha dicho Correa para asegurar que él jamás ha contratado a investigadores para que persigan a acusados en la Gürtel como José Luis Peñas o Isabel Jordán.

“Yo no soy ningún mafioso”, es más, ha dicho que él toda su vida ha sido “un trabajador”. "A mí no me ha llamado nadie Don Vito. Si tengo aspecto de Don Vito...soy un trabajador y he trabajado toda mi vida".

Algunos de los abogados de los acusados dentro del caso Gürtel se han enfrentado a la sala tras comprobar que no pueden acceder al momento a los documentos que la Fiscalía está presentada como pruebas.

Según ha explicado el presidente del tribunal y la secretaria de la sala, al terminar la jornada, todos los abogados defensores podrán tener en su poder todos los documentos presentados y las transcripciones de lo que se diga a lo largo de este jueves. Sin embargo, algunos abogados defensores querrían que fuera de forma inmediata para consultar de forma digital esas pruebas según se presentaban.

Tras el enfrentamiento la sala ha considerado que la queja no era aceptada y ha mandado callar a los abogados para poder continuar con el interrogatorio a Correa.  

Como prueba clave, la Fiscalía ha pedido que se escuchase una de las grabaciones hechas por José Luis Peñas, el expopular que destapó la Gürtel.

Sin embargo, esta grabación en concreto no se ha podido escuchar bien por tener una mala calidad. Al final, han decidido leer la transcripción de la conversación para facilitar su entendimiento. 

“No lo recuerdo, pero lo asumo. Si lo dice en la cinta…”, Correa ha reconocido que no se acuerda de muchas de las cosas de las que se le acusan. “Si usted me lo ensueña y es así, lo asumiré, pero no me acuerdo”, ha sido otra de las frases que ha repetido.

El cabecilla de la trama ha demostrado tener lagunas de memoria pero, en cuanto se le han enseñados las pruebas, ha escuchado su voz en las grabaciones o ha visto sus firmas en documentos, ha reconocido que, aunque no lo recuerde, asume que han sido cosa suya. 

La Fiscalía ha insistido en preguntarle a Correa sobre los fraccionamientos o contratos fraccionados de sus empresas con la Comunidad de Madrid. Según se cree, para evitar tener que convocar un concurso público para un contrato de alto nivel, se habría fraccionado ese gran contrato en varios menores adjudicados a Correa, con el exconsejero Alberto López Viejo de por medio.

El cabecilla gurteliano no ha tenido ningún problema en asumir que sí, que se fraccionaron los contratos y, aunque “puede que sea ilegal”, ha dicho que es lo normal, es lo que se hace siempre.

Para defenderse, Correa ha asegurado que no puede hacerse de otra forma y que si se hacía así, no era para evitar el concurso público sino porque no había tiempo. Si Esperanza Aguirre (presidenta de la Comunidad de Madrid por aquel entonces) tenía todos los días actos, no se podía perder tiempo en hacer concursos. "Que cambien las normas de funcionamiento", ha llegado a decir. 

El nombre de Alberto López-Viejo ha vuelto a salir en esta jornada del juicio Gürtel. Correa ha explicado que usó los actos celebrados en de la Comunidad de Madrid y organizados por la trama para pagar lo que debía a López-Viejo, exconsejero regional. "La cifra que yo le debo se la voy pagando a raíz de los actos que voy teniendo. Los cobros de la Comunidad de Madrid y le voy pagando de mi beneficio".

Según ha dicho le pagó un millón de euros desde Suiza por la adjudicación, cuando era concejal de la contrata de basuras del distrito de Moratalaz a la empresa Sufi.

El cabecilla de la trama Gürtel ha pedido un receso para hacer sus necesidades en el momento que estaba siendo preguntado por su relación con Carlos Clemente Aguado.

“Perdón, le pido perdón y disculpas, pero me he tomado dos Coca-Colas y necesito orinar”, ha dicho. “Sí, usted y puede que todos”, le ha contestado el presidente del tribunal para dar acto seguido a un receso. 

Correa ha confesado que fue él el que pagó la comunión de la hija de Carlos Clemente Aguado, ex viceconsejero de Inmigración y Cooperación de la Comunidad de Madrid cuando Esperanza Aguirre era la presidenta.

Lejos de sonrojarse, ha reconocido que “esto en el sector privado es habitual, lo hice como un premio". "Fue un ofrecimiento mío porque me pareció…me dijo, te quieres venir y le dije no te preocupes, que me hago cargo yo". Eso sí, una vez más no ha podido concretar cantidades ni si pagó en efectivo.

Según ha explicado, ese pago no fue más que un agradecimiento, nunca un pago porque Clemente Aguado le consiguiera contratos. "Nos está dando eventos, en un momento determinado me ofrezco a pagar la comunión de su hija”.

Durante su interrogatorio, Correa se ha sentido molesto en algunas ocasiones, sobre todo cuando se han referido a él como el responsable de una trama similar a las que desarrollaban los capos de la mafia. Después de haber negado que le llamaran Don Vito, ha querido dejar claro que el “no tenía una organización criminal”.

Tras escuchar un audio en el que se le podía oír hablando con el empresario Álvaro Villegas, ha insistido que toda su actividad profesional era legal.

"Esta conversación demuestra cuál era mi actividad profesional, yo no tenía ninguna organización criminal, si hubiera tenido una organización criminal habría contratado criminales, y tenía grandes profesionales".

Además, ha dicho que estaba a punto de poder desarrollar proyectos importantes a nivel internacional y que si no se consiguieron fue porque él entro en la cárcel. “Me detuvieron y entré en prisión”. 

En relación a la pieza de Gürtel en Estepona, aunque la Fiscalía ha insistido ferozmente, pese a que le ha enseñado numerosos documentos y facturas, Correa ha negado que pagara en algún momento a Ricardo Galeote, ex concejal de Estepona. Ha negado haber organizado viajes a Galeote y haberle pagado en efectivo. “Este hombre estaba obsesionado con ahorrar, con ahorrarle dinero al Ayuntamiento”.

Ha repetido una y otra vez que jamás pagó o recibió adjudicaciones de Galeote. "Eso es lo que tengo que decir aunque usted me crucifique” y “no puedo ayudar a esclarecer la documentación” porque no se acuerda de más detalles. Pero poco después, ha reconocido que Galeote le pagaba los viajes que él hacía casi semanalmente a Estepona y que ingresaron un millón de euros en la cuenta de Galeote en su agencia de viajes.

"Pedía viajes personales y profesionales a nuestra agencia de viaje. Él ahorró muchísimo dinero al Ayuntamiento de Estepona, y ese millón de pesetas lo metimos en la agencia de viajes. Esos viajes los efectuaba él para sus eventos, para viajes del Ayuntamiento, me da la impresión, no puedo entrar al detalle", ha explicado.

Además, ha recordado como empezó la relación entre ambos: todo por seguirle una moqueta más barata. "Galeote me dice que está todo el día comprando moqueta, que es un gasto enorme…me dice que cada acto que tenemos del presidente Aznar le cambiamos la moqueta". Correa se la consigue más barata, y así empieza su relación comercial con la que sus empresas consiguieron más contratos.

"Me ha pagado viajes. Oye toma, para la agencia, me daba un sobre de cheques, a veces me daba dinero…esto es para tu agencia. Yo no lo llevaba a la agencia, yo se lo daba al botones para que lo llevase", ha dicho Correa explicando que Ricardo Galeote le pagaba sus viajes

¿Cómo lo hacía? En sobres que contenían "billetes de 100, 200 y 500 euros".

Pasan a preguntar a Correa por la trama en Castilla y León. Tras escuchar una conversación grabada por José Luis Peñas y ver una serie de documentos, Correa ha admitido que recibió dinero Plácido Vázquez.

Aunque en un principio ha negado la mayor o ha alegado no recordarlo, el cabecilla de la Gürtel ha tenido que reconocer lo que consta en el escrito de acusación, que cobró unos 12.000 euros a cambio de mediar en adjudicaciones de contratos con dinero público.