Emilio Montes, el carismático párroco de Valdepeñas, vuelve a ser noticia tras pronunciar una homilía que ha resonado con fuerza dentro y fuera de su parroquia. Conocido por sus mensajes directos, comprometidos y, en ocasiones, incómodos para ciertos sectores, el cura ha vuelto a alzar la voz para denunciar la explotación laboral y la falta de derechos de los temporeros que trabajan en el campo manchego.

Durante una misa celebrada este fin de semana, Montes lanzó un mensaje contundente sobre la situación de los trabajadores temporeros que llegan cada verano a distintos puntos de Castilla-La Mancha. Aunque reconoció que en Valdepeñas actualmente “no tenemos tanto problema”, quiso dejar claro que en otras zonas la realidad es muy distinta.

“La primera, el tema de los temporeros, las personas que vienen desde fuera para ganarse un jornal. Si el jornal son ocho horas, son ocho horas, no son 12”, comenzó diciendo. Y fue más allá: “Y, si son 12, se pagan las horas extra. Porque sea gente pobre o gente humilde no te voy a pagar 50 euros por 12 horas. Te voy a dar 50 euros porque estés ocho. Y si estás 12, te pagaré las horas extra. No me aprovecharé de ti ni siquiera en las horas”. Un aviso directo a quienes recurren a mano de obra barata para después escatimar en derechos laborales.

El segundo pilar de su discurso fue el de la vivienda. “Si te tengo que dar vivienda, te la daré en un sitio donde yo me pueda ir a vivir. No digo el hotel Hilton, pero ni mucho menos un sitio donde no viviría ni yo ni mis hijos”, declaró con firmeza. Para el sacerdote, la dignidad de la persona no puede dejarse de lado, tampoco en el alojamiento ofrecido a quienes vienen a trabajar.

Pero el mensaje más duro y aplaudido llegó con su tercera reivindicación: la necesidad de dar de alta en la Seguridad Social a los temporeros. “Se les da de alta y se hace que esas personas tengan sus derechos sociales. Si eso no lo tenemos claro, aunque luego nos demos golpes de pecho, el jornal escatimado al pobre o los derechos escatimados al pobre, Dios no los olvida nunca. Porque es aprovecharte del más débil”, sentenció.

Montes cerró su intervención apelando no solo a la conciencia cristiana, sino a la ética común: “Esto lo debemos tener muy claro, pero no sólo por ser cristianos, sino por dignidad. Toda persona, rica o pobre, tiene su dignidad y nosotros debemos defenderlo. Sed generosos, Dios os premiará”.

Las palabras del cura han sido ampliamente compartidas en redes sociales, donde muchos han aplaudido su valentía al denunciar una realidad que, aunque silenciada por algunos, sigue vigente en muchas zonas rurales. Emilio Montes demuestra una vez más que la fe, cuando se alinea con la justicia, puede convertirse en un poderoso altavoz contra los abusos.

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio