Bild, el diario sensacionalista alemán y con mayor difusión del país, publicará hoy una entrevista con Ingrid Sartiau, una belga que asegura ser hija del rey Juan Carlos I. La mujer de 54 años anunciará en el medio su intención para llevar al emérito ante la Justicia europea para tratar de demostrar que es su padre.

Según explica el diario, Sartiau soñaba con una vida real y terminó en un desastre. Solo quiere saber quién es su padre, sin embargo, ese deseo casi le cuesta la existencia.

Los primeros pasos de Ingrid Sartiau

Ingrid Sartiau se dio a conocer por primera vez en 2013, después de reconocer en una revista que era hija del Juan Carlos I. A principios de 2015, el Tribunal Supremo admitió la demanda de paternidad que la belga había interpuesto, sin éxito alguno, ya que en marzo de ese mismo año, el Pleno de la Sala de lo Civil la rechazó.

Sin embargo, esta lucha casi le cuesta la existencia. El periodista Alejandro Pizarro pudo hablar con Sartiau, tal y como contó a ElPlural.com. Durante la conversación, la belga le reconoció que “con este proceso judicial lo he perdido todo. He perdido mi casa, mi trabajo y hasta mi marido. Viví unos meses en La Bisbal para conocer a mi supuesto hermano Alberto. Alquilé un apartamento durante mi estancia allí. Me he dejado casi todos mis ingresos en esto”.

Aunque este no ha sido un impedimento para que, cinco años después, continúe con su batalla legal para descubrir quién es su padre.

Su cuenta de Instagram

En 2015, Ingrid Sartiau perdió la batalla contra la el Tribunal Supremo. A partir de ahí, decidió dejar a un lado la justicia y defender su postura a través de las redes sociales. Algo que perdura en la actualidad.

Su cuenta de Instagram es algo extraña y misteriosa, ya que en la presentación del perfil escribe: “El Rey Juan Carlos”, únicamente. 

Perfil de Ingrid Sartiau en Instagram. Fuente: Instagram​

El perfil fue creado en abril de 2019. La belga ya recoge 711 seguidores frente a los 770 seguidos, de los cuales son páginas sobre Leonor y Sofía, Casa Real o blogs sobre el estilo de la reina Letizia y Meghan Markle, también medios españoles como El Mundo o personalidades conocidas como Eva González o Eugenia Martínez de Irujo.

Aunque lo llamativo no es todo lo expuesto, sino las fotografías que sube a la plataforma. En febrero de 2019 subió la primera imagen de la monarquía, en la que aparecía la condesa de Barcelona, María de las Mercedes de Borbón y Orleans, a la que considera su abuela paterna. 

Sin embargo, no es el único miembro de la Casa Real que aparece en su perfil. En mayo de este año, publicó una instantánea de Felipe VI de pequeño, la cual ha vuelto a subir hace tan solo unos días. Lo curioso es que, ese mismo 19 de mayo, la belga publicó una fotografía de cuando ella era pequeña. ¿Quería comparar sus parentescos?

El caso de Albert Solà

Albert Solà es el único hombre que ha reclamado al rey emérito como su padre. De ser así, sería el mayor de los hermanos. Su madre biológica es Anna María Bach Ramón, quien supuestamente tuvo relaciones con Juan Carlos I. Sin embargo, el niño fue arrancado de los brazos de su madre y dado en adopción a otra familia.

Por esta razón, el catalán se sometió a unas pruebas ADN en 2007 para comprobar la compatibilidad genética con el emérito. En diciembre del año pasado, y de acuerdo a esos resultados, la prueba desveló que había una coincidencia del 99%.

Este mismo tema surgió de nuevo en la Mesa del Congreso, que excluyó las preguntas del grupo parlamentario EH Bildu dirigidas al Gobierno sobre los derechos de sucesión de Albert Solà.

La respuesta que dio el Congreso para que el Gobierno no tuviese que explicar si a Solà le correspondía algún derecho o incluso el trono, puesto que nació antes que Felipe VI, fue que “viola la cortesía parlamentaria”. Por lo que el Gobierno no tendrá por qué contestar ninguna de las tres preguntas que lanzó Bildu. Dicha solicitud fue presentada el pasado 5 de octubre por el diputado Jon Iñarritu de EH Bildu.

Las pruebas de ADN datan de 2007, según explicó Solà por orden del CNI. Sin embargo, tras varios años intentando demostrar ser hijo del Rey, en 2015 el Supremo no admitió la demanda de paternidad.

La Corte Suprema consideró que Solà ocultaba datos de forma voluntaria porque la prueba ADN se había realizado con un vaso y sin permiso del emérito. Por esta razón, los jueces decidieron frenar el caso, porque según su criterio, la demanda no era “verosímil”.