El magistrado Joaquim Bosch ha valorado el lamentable episodio que ha vivido en el Colegio Mayor masculino Elías Ahuja de Madrid, donde los estudiantes pronunciaron insultos machistas y vejatorios hacia las estudiantes del colegio de enfrente. Pero ha ido más allá y ha reaccionado concretamente a las declaraciones de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, al respecto, que no ha querido condenar lo ocurrido y ha mirado hacia otro lado.

“Lo que me sorprende sobre todo es que la Fiscalía está para investigar esto mientras en la Universidad a lo largo de los años hemos visto en numerosas ocasiones pancartas a favor de los presos de ETA, hemos visto como han acosado y han montado escraches a profesores y alumnos impidiendo dar conferencias en libertad o persiguiendo a los alumnos S’ha Acabat! Para que no puedan ir libremente a la facultad en Cataluña”, ha pronunciado la presidenta madrileña.

Además, añadía al ser pregunta por si condena estos hechos: “No, lo que condeno es sobre todo que la Fiscalía está centrada ahora en esto y cuando pasan cosas gravísimas en la Universidad, en el ámbito universitario, en la convivencia, nunca se diga absolutamente nada. Me sorprende ahora pero no antes”.

La respuesta de Joaquim Bosch

Frente a estas declaraciones, el juez ha sido especialmente contundente. En primer lugar, en una entrevista en Al Rojo Vivo, ha respondido a si considera que puede haber delito en lo ocurrido en este colegio mayor: “En líneas generales, cuando hay cosas que rechazamos hay siempre una reacción social que es instar a la respuesta penal, pero no todo aquello condenable, rechazable, criticable, tiene por qué tener una consecuencia penal”.

“El derecho penal únicamente regula respuestas a las vulneraciones más graves de la convivencia, ataques a derecho o a bienes jurídicos de cierta relevancia”, ha dicho, añadiendo que el parece “dudoso” que pueda haber delito de odio en este caso. “Implicaría siempre una incitación al odio, a la violencia contra personas o grupos, en este caso por su condición de mujeres, pero deben tener una cierta intensidad, deben poder generar un clima predelictivo que pueda favorecer agresiones con cierta gravedad. Es un delito castigado con penas de hasta cuatro años de prisión. Yo veo discutible que pueda ocurrir”, ha continuado.

Después, ha lanzado el dardo a Isabel Díaz Ayuso: “En este ámbito es mucho más importante profundizar en políticas de educación sexual, preventivas de tipo público a favor de la igualdad, que haya un compromiso de los representantes públicos en defender a capa y espada la igualdad. Por eso es tan importante que los representantes públicos no miren hacia otro lado y que condenen sin paliativos este tipo de conductas”.