Este jueves ha trascendido que el juez Juan Carlos Peinado, instructor del caso de Begoña Gómez, rechazó citar al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en un caso de prevaricación para no “estigmatizarle”. En este sentido, las reacciones en el foco mediático y político no se han hecho de esperar, siendo la esgrimida por Benjamín Prado una de las más compartidas en las últimas horas.

A modo de réplica, el escritor se ha pronunciado en su cuenta de X -antigua Twitter- lanzando una contundente pregunta a modo de reflexión: “¿Que su hija sea concejala del Partido Popular en Pozuelo de Alarcón no hace sospechar sobre su imparcialidad?”, ha dejado caer, refiriéndose a la figura del magistrado y su decisión para con el principal edil de Cibeles.

Descartó citar a Almeida para no “estigmatizar” su figura política

El juez Peinado tomó esta decisión en relación con el alcalde de Madrid para evitar una “estigmatización” de su persona pública y la “desconsideración de su imagen” cuando fue acusado de prevaricación por el cierre de los parques públicos durante los primeros meses de la pandemia, en 2020.

De esta manera, estimó que, en ocasiones, la denuncia o querella contra una figura política de estas características tan sólo tiene como objetivo buscar la foto en el juzgado. “Debe ser objeto de cuidado por el órgano judicial antes de citar caprichosamente a cualquier ciudadano”. Una postura que no ha adoptado con el caso de la mujer del presidente del Gobierno.

Volviendo a la cuestión judicial que rodeó a Almeida, cabe remontarse a mayo de 2020, cuando el juez Peinado abrió diligencias por una denuncia contra el edil, en la que se le acusaba a él y a otros de sus concejales de haber prevaricado por cerrar los parques de la capital. Entonces, los citados fueron llamados a declarar el 23 de mayo de aquel año pero, en cuestión de 24 horas antes, el magistrado cambió de opinión apelando al daño que podría causarle a la imagen del alcalde, defendiendo a la vez la prolongación de la investigación.

El juez reconoció por aquel entonces que citar a Almeida que podía suponer un “inconveniente” que, en casos de personajes o cargos públicos, “puede comportar una estigmatización adicional”, así como que los medios de comunicación publiquen “su imagen o saliendo de la sede judicial” puede llevar “per se a una desconsideración de su imagen”. Para el magistrado, esta intención podría ser “perseguida por los denunciantes o querellantes”, en ocasiones “como primero y a veces fundamental de los objetivos”.

Begoña Gómez, citada el 5 de julio

En paralelo, la cuestión que sitúa al juez Peinado en el foco mediático y político actual es la que se ciñe sobre la esposa de Pedro Sánchez, llamada a declarar el próximo 5 de julio por la investigación sobre tráfico de influencias y corrupción en negocios.

La llamada del titular del Juzgado Número 41 de Madrid llega después del informe de la Unidad de Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en el que no se perciben indicios delictivos y antes de haber escuchado a los seis testigos del próximo domingo. En el mismo marco, esta decisión se ha dado a conocer en plena campaña electoral de cara a las europeas de este domingo 9 de junio y que, como respuesta, obtuvo una segunda carta firmada por el presidente del Gobierno.

Pese a la posición que adoptó sobre el caso de Almeida, en el que concierne a Begoña Gómez, cabe recordar que este miércoles también salió a la luz que el juez Peinado impidió que el fiscal hiciera una pregunta de relevancia durante el proceso judicial. Fue cuando el fiscal se dirigió al director de El Confidencial, Nacho Cardero, por una publicación sobre las relaciones empresariales de Begoña Gómez con terceros, le preguntó si conocía a directivos de empresas que llegaron a relacionarse con la esposa del presidente y cuál fue el grado de influencia; sin embargo, Peinado frenó en seco la contestación: “No, no conteste a esa pregunta. Es de contenido jurídico”, paralizó.

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