Las comunidades autónomas han notificado este viernes al Ministerio de Sanidad 15.186 nuevos casos de COVID-19, 6.591 en las últimas 24 horas, lo que supone un leve descenso con respecto a los 6.603 diagnosticados ayer. La cifra global de contagios en España se eleva ya a 936.560 desde el inicio de la pandemia, según las cifras oficiales. En las últimas dos semanas, 42.546 personas han iniciado síntomas de coronavirus y han sido diagnosticadas positivas, 12.134 en los pasados siete días.

Europa es consciente de que nos encontramos en la segunda ola tras los estragos sufridos en primavera y que se atisban pocos cambios políticos respecto a la gestión de la primera ola. El vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, ha alertado de que estamos llegando a los peores datos: "La crisis sanitaria está volviendo a los niveles de marzo y nuestra preparación no", ha explicado.

Asimismo, la comisaria de Sanidad, Stella Kyriakides, ha advertido de la situación que se está fraguando: "Estamos quedándonos sin tiempo, rápidamente. Todo el mundo tiene que hacer lo que es necesario para evitar la devastación de un confinamiento generalizado".

Ante la pésima situación a la que nos estamos enfrentando, la prensa internacional lleva a sus páginas el lugar que ocupa nuestro país en la lucha contra la pandemia. Y las críticas son feroces. Tanto, que el Financial Times ha definido a España como "el enfermo de Europa".

El medio económico además, sitúa a España como el lastre de la Unión Europea: "La crisis de los servicios españolas amenaza la recuperación de la economía europea", titulan un artículo. Asimismo, reflejan que la falta de confianza empresarial en España "aumenta las posibilidades de que la eurozona sufra una nueva recesión en los últimos meses del año".

El periódico más prestigioso de Suiza, Neue Zürcher Zeitung, iba más allá y se preguntaba en un artículo si "España es un estado fallido". "Una rápida y masiva ayuda financiera de la UE para la España plagada de Covid-19 no está actualmente justificada. La situación es políticamente demasiado inestable. Puede ser que se necesite más bien al Banco Mundial o al FMI para identificar primero proyectos significativos que merezcan apoyo", expresa Friedrich Leopold Sell, profesor de economía en la Universidad Bundeswehr de Múnich, presidente del consejo científico del Instituto de Investigación Económica de Halle.

"Están sucediendo cosas tremendas en la quinta economía europea más grande", señala Sell, quien además enumera la cantidad de problemas que arrastra España: "La crisis constitucional desde la ignominiosa partida de Juan Carlos I y su huida a Arabia Saudí. Felipe VI está perdiendo cada vez más aceptación en regiones como Cataluña o el País Vasco, que se niegan abiertamente a seguirlo". 

Otro factor señalado es el separatismo catalán: "El gobierno de Cataluña sigue un curso irreconciliable de secesión con el resto España. Esto se lo facilita el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, que se ha abierto al chantaje en el parlamento por la necesaria tolerancia parlamentaria con el partido de izquierda catalán ERC", destaca. Asimismo, Sell recuerda que "Sánchez no tiene mayoría en las Cortes y depende repetidamente de la aprobación o tolerancia de los partidos nacionalistas".

En cuanto a la gestión de la pandemia, el alemán analiza la mala relación entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno español: "En lugar de cooperar, los gobiernos regional y central se culpan mutuamente".

En la mala imagen de España ahonda el historiador e hispanista francés Benoit Pellistrandi. En una columna en el periódico Telos, titulada “¿España fracasada?", el autor analiza la crisis española: "Más grave aún ha sido la demostración de la incapacidad del sistema  para organizar una solidaridad de carácter inter territorial. Sólo dos enfermos han sido trasladados del hospital de una Comunidad Autónoma a otra”.

Sobre la disputa Madrid-Estado, Pellistrandi afirma que “está adquiriendo proporciones preocupantes ya que revela que el Estado Central dispone de pocas palancas de acción sobre las Comunidades Autónomas y se crea una competencia entre poderes basada únicamente en la lucha partidista".

Mientras los ciudadanos son testigos de vergonzantes imágenes protagonizadas por la clase política en el Congreso de los Diputados, el coronavirus sigue siendo devastador y la imagen de España empeora en el extranjero. Y Nadal no juega todos los domingos.