El Castillo de Belmonte, pertenciente a Javier Fitz-James Soto, conde de Montalvo, acogerá dentro de su recinto amurallado a media centena de máquinas de asedio completamente funcionales que, hasta ahora, se exponían en la localidad turolense de Albarracín.

Todas las armas de asedio están construidas en su tamaño real y son perfectamente operativas, funcionando igual que lo harían en su época. Los ingenios han sido reconstruidos con el máximo rigor histórico en base a la documentación existente (miniaturas, grabados, textos de la época, representaciones iconográficas o restos arqueológicos) por Rubén Sáez, arqueólogo que trató de conseguir subvenciones por parte del Gobierno de Aragón para exponer los artefactos (solicitaba en torno a 4 millones de euros) y que, finalmente, ha aceptado la oferta del conde de Montalvo para trasladar la exposición, denominada Trebuchet Park a la localidad conquense. 

La exposición se articulará en torno a cuatro ámbitos temáticos diferenciados: mundo cristiano, mundo musulmán, mundo oriental y Renacimiento. En cuanto a la cronología de las piezas expuestas, se sitúa entre los siglos V y XIV para los tres primeros espacios, siendo el siglo XV para las piezas renacentistas.

El recinto medieval del Castillo de Belmonte (privado, pero de acceso al público previa entrada) también acoge las olimpiadas medievales, que recrean fielmente los torneos y justas del pasado, espadas, escudos y armaduras incluidas.