Tal y como cuenta El Periódico de Catalunya, dos encapuchados irrumpieron el pasado 3 de diciembre en la sede de la Fundación Nacional Francisco Franco y robaron documentación. Las investigaciones siguen en marcha, pero, al parecer, todo apunta a dos hombres españoles.

Aquella misma tarde, un hombre menor de 40 años se acercó hasta la sede para afiliarse a la organización. Los testigos ratifican que, por su acento y forma de comportarse, todo hace indicar que era español. Después de analizar las grabaciones de la cámara de seguridad -en poder de la policía y ofrecidas en primicia por El Periódico-, los testigos ponen el foco en el hombre que previamente fue a informarse como principal sospechoso. La clave, las zapatillas blancas que llevaba, idénticas a las que lucía el ladrón en el momento del robo.

El robo tuvo lugar unas horas más tarde, coincidiendo con el cambio de guardia de los vigilantes de seguridad a eso de las 21.35 horas. La policía comprobó que la puerta había sido forzada.

Sustrajeron una serie de documentos. Sin embargo, el objetivo pudo ser el enorme archivo de Franco que se guarda en la fundación, más de 30.000 documentos de gran valor histórico y político.

Un mes después, los miembros de la fundación vieron que las puertas del sótano también habían sido forzadas. A día de hoy se desconoce si este acto fue perpetrado por los mismos ciudadanos que intentaron robar en diciembre, pero, al menos por ahora, se inclinan más hacia la posibilidad de que todo esto se originara por un botellón realizado por ultras del Real Madrid.