Abu Dabi, un país en medio del desierto reconvertido en la cuna del lujo oriental, ofrece todo tipo de cuidados y atenciones para todo aquel que pueda costeárselo, y ahí es donde se confirmó la estancia temporal del rey Juan Carlos I al salir de España.

A pesar de conocer su paradero, los detalles de su estancia siguen siendo confidenciales. "¡Solo un rey puede proteger a otro rey!", asegura Pilar Eyre, en su blog de 'Lecturas'.  El centro de atención reside en quién acompaña al emérito en su estancia en el país árabe, la periodista adelanta que cuenta con presencia femenina a su alrededor: "¿Compañía femenina durante este mes y medio que lleva disfrutando de una privacidad tan absoluta como no la ha tenido nunca en la vida? ¿Y con la reina Sofía lejos? ¿Hay señoras? Por supuesto. Sus buenas amigas no lo dejan solo". 

Siguiendo las líneas del libro: 'Juan Carlos I. El rey de las cinco mil amantes', el coronel Amadeo Martínez Inglés destapó los secretos íntimos mejor guardados del rey emérito. Corinna Larsen, Bárbara Rey, Marta Gayá o Sara Montiel son solo algunos de los nombres conocidos que se le asocian a Juan Carlos I.

Asimismo, el coronel también afirma que el monarca es "un depredador sexual de tomo y lomo", asegurando a su vez en una entrevista concedida a ElPlural.com que Juan Carlos podría tener hasta "20 hijos naturales" repartidos por todo el ámbito nacional, teoría basada en las 14 denuncias de paternidad que recibió.

La nostalgia del monarca y los detalles de su estancia en Emiratos Árabes

Por el lado contrario, el rey ha dejado caer su nostalgia por España, confesándole a sus amigos cercanos que, según palabras de Pilar Eyre, añora el país aunque "por muy mal tratado que se haya sentido, sigue siendo el suyo". Citando las palabras explícitas del rey, él mismo asegura que "cuento los días que me faltan para volver".

Además, la escritora se pregunta otras cuestiones referentes el emérito, como su estado de salud o su seguridad: "Sus amigos ricos no pueden poner a su disposición un ejército entero ni una prensa dirigida desde las altas esferas como tienen las dictaduras de estos países árabes", afirma.