Ana Rosa Quintana ha vuelto a hacer alarde de su doble rasero este lunes durante su programa. La presentadora a cargado contra la manifestación contra el racismo tras la muerte de George Floyd celebrada en Madrid, cuando días atrás, avalaba las caceroladas de la calle Núñez de Balboa impulsadas por Vox contra la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez.

"Las aglomeraciones que vimos ayer ni era el momento ni era lo correcto, partiendo de la condena absoluta a lo sucedido con George Floyd", arrancó diciendo la presentadora.

El motivo de su crítica era claro: "No podemos olvidarnos que continuamos luchando contra un enemigo invisible. Esta crisis quizá no haya tenido las imágenes que nos hicieran ver la tragedia. Los medios hemos sido asépticos, no hemos emitido imágenes que nos hayan zarandeado, mostrando la masacre. Sin embargo, el peligro es real", explicó.

Y añadió que “debemos seguir evitando las multitudes. Recordemos que el peligro no ha pasado, aunque hoy media España entre en fase 2 y la otra media en fase 3, seguimos en estado de alarma”.

Por último, Ana Rosa destacó que al menos los convocares trataron de mantener las normas de seguridad: “Casi 3.000 manifestantes se saltaron las normas de distanciamiento social y en muchos casos no se usaron mascarillas. Es verdad que los convocantes hicieron todo lo posible porque esto no sucediera, pero contaban con ser 200 personas y al final eran muchísimos más. Se vieron desbordados”.

Sin embargo, si se comparan estas declaraciones contra las aglomeraciones con las pronunciadas durante las caceroladas, poco o nada tienen que ver.

En su momento, Ana Rosa Quintana defendió que los manifestantes de Núñez de Balboa “a las 20:00 horas de la tarde, no están contraviniendo el estado de alarma”.

"Y si saliera todo el mundo que quiera, en ese barrio o en otro barrio, a las 20:00 horas de la tarde, manteniendo la distancia de seguridad... ¿estarían incumpliendo algo? ¿Se podría pedir la documentación y sancionar?” sentenció.