The economist, una de las publicaciones más prestigiosas del mundo, ha dedicado un artículo a la figura de Franco con motivo del 50 aniversario de su muerte: Francisco Franco: el hombre sin carisma que se convirtió en dictador de España”. “Era bajo, poco carismático y un orador público nada inspirador”, de esta forma tan contundente comienza el artículo de The Economist. A pesar de ese retrato tan poco favorecedor, ha recalcado que “aún así se convertiría en un dictador extraordinariamente exitoso”, no precisamente por carisma, sino por “una combinación de ambición personal implacable y mucha suerte”.

El artículo ha querido recordar episodios claves de su ascenso al poder, como la represión contra los mineros asturianos en los años 30 o su habilidad para convertirse en el líder del bando sublevado durante la Guerra Civil. Señala que su ascenso fue inevitable, ya que se dio por una combinación de distintos factores. Además, recuerda que “Franco gobernó como autócrata hasta su muerte en el hospital hace 50 años”, un largo régimen que hizo que España viviera al margen de las transformaciones sociales que estaba viviendo el resto de Europa durante los años 50, 60 y principios de los 70. El artículo describe al dictador como “un obstáculo insalvable que frenó la democracia y los cambios sociales y políticos necesarios”.

También menciona varios eventos fundamentales en esta transición, como la legalización de los partidos políticos, la redacción de la Constitución de 1978, u otros momentos de tensión y miedos que marcaron a la sociedad española como la actividad terrorista de ETA. A pesar de ello, recalca que “afortunadamente, una vez muerto el país recuperó rápidamente el tiempo perdido”.

“Medio siglo después de la muerte de Franco, España es un lugar mucho mejor”

The Economist ha dedicado, además, otro artículo a hablar de cómo Franco influyó en la historia de España, y cómo se encuentra el país en la actualidad, al que titula: "Medio siglo después de la muerte de Franco, España es un lugar mucho mejor".

El artículo menciona las amenazas a las que se enfrentan en la actualidad las democracias occidentales, entre ellas, España: "Este aniversario es un buen momento para subrayar cuánto ha cambiado España. Ahora comparte muchos de los problemas que aquejan a gran parte del continente: el auge de la derecha populista, la gestión de la inmigración, la despoblación rural y la escasez de vivienda urbana, por ejemplo. Tras 50 años, sus instituciones democráticas muestran signos de deterioro", admite el medio.

En esta ocasión, hace un crudo análisis sobre la política española y de su fragmentación, mencionando el referéndum de independencia inconstitucional de Cataluña y como una de las consecuencias fue el ascenso de Vox. Aún así, The Economist intenta mantener un enfoque positivo durante este análisis. Insiste en que “España sigue teniendo puntos fuertes y tiempo para abordar los problemas”.

Entre esos puntos fuertes se encuentra la economía, donde destaca, con admiración, que “desde la caída provocada por la pandemia, ha sido la envidia de Europa, creciendo entre dos y tres veces la media del área del euro”. Para demostrarlo, subraya que “España registra un superávit por cuenta corriente desde 2014”, algo que no había sido habitual en décadas anteriores y que refleja la fortaleza y la diversificación económica. También recuerda que “tanto la productividad laboral como los ingresos reales han ido aumentando”

Por otro lado, recalca que “los jóvenes españoles afrontan problemas particulares”, haciendo referencia a la dificultad de acceso a la vivienda, y al consecuente descenso en la tasa de fertilidad. Después de ese análisis en profundidad,  resalta que, a pesar de estos problemas, la vida de la mayoría de los españoles sigue siendo buena, y que por lo tanto, “ la tarea de los políticos es garantizar que siga siéndolo.”

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